Olivos y arte en la exposición de Faustino Castillo en el Museo Rafael Zabaleta

La exposición la abre un retrato de Zabaleta fundido en el tronco de un olivo, metáfora pura del valor que para su autor tiene tanto el árbol centenario como el arte del pintor que universalizó la figura del olivo como nadie lo hizo. A partir de ahí, olivos y olivares, paisajes y troncos retorcidos, la recolección del fruto, honesta vocación figurativa combinada con elementos del realismo mágico. Y todo ello, hasta la tierra y las piedras, destilando vida.

Obras en papel, cartón, tablas y lienzo; dibujos, pasteles, acrílicos y óleos; técnicas, soportes y tamaños variados; inspiración del maravilloso entorno que envuelve a Faustino Castillo, en el que su mente inquieta recrea con fantasía la seducción que le produce tal variedad de elementos atrayentes.

En la apertura del acto expositivo el artista estuvo acompañado por los alcaldes de Peal de Becerro y Quesada, David Rodríguez y Manuel Vallejo, y por los concejales de Cultura de ambos municipios, Rafael Cocera y Juan Antonio López. En el encuentro del arte pictórico, la directora del Museo Zabaleta, Rosa Valiente, valoró la riqueza paisajística y cromática del artista de la tierra. También el profesor y poeta, Manuel Molina, expresó que «los olivos de Faustino Castillo llenan los espacios de luz, de color, de figuras que se retuercen y aman, cantan, sufren como en el tajo; nos muestra con maestría seres vivos que acostumbran a la inclemencia y el esfuerzo para responder generosos con el fruto, año tras año. Me alegra que Faustino saque sus olivos y los cuelgue para disfrutarlos fuera de su taller-museo de Peal de Becerro, uno de los templos culturales más interesantes de la comarca Sierra de Cazorla».

Dibujante, pintor, escultor, ilustrador, publicista y decorador, muy conocido en Cataluña donde vivió durante 36 años, Faustino Castillo -'Faustillo', que así gusta de llamarse el artista irolense- es un alma inquieta, emprendedora, polifacética. Con múltiples obras escenográficas y murales de gran formato ejecutados en selvas, parques temáticos, acuarios y museos, cuenta al propio tiempo con numerosas exposiciones, además de ser autor de la obra lírica 'Poemas al viento' y de un libro ilustrado sobre la comarca de la Sierra de Cazorla.

El retorno del pintor a Jaén le permitió el reencuentro con el paisaje secano de terrones y olivos, con el tránsito diario por olivares del Alto Guadalquivir. A tal inspiración le ha llevado el árbol centenario que, además de preparar durante años esta última exposición, ha creado junto al poeta Manuel Molina y el músico, Damián Carmona el montaje artístico 'El olivo a tiempo sabe' que recorre buena parte de Andalucía.