Uno de los momentos mágicos que dejó el espectáculo. J. G. M.
Cultura

Memorable concierto de 'Fetén Fetén' en la Cámara Sepulcral de Toya de Peal de Becerro

Unas 250 personas disfrutaron de este espectáculo bajo el nombre 'Raíces' en un paraje a siete kilómetros del municipio

José A. García-Márquez

Viernes, 8 de agosto 2025, 21:03

«Extraordinario directo»; «fiesta de sonidos y emociones»; «espectáculo alegre y dinámico de música popular; «otra música es posible»; «el lenguaje del alma convertido en ... armonía». Eran algunas de las expresiones que se dejaban oír al término de la actuación que el dúo burgalés Fetén Fetén ofreció el pasado jueves en Peal de Becerro dentro del programa cultural 'Vive Peal' que estos días se desarrolla en el municipio del Alto Guadalquivir. El alcalde, David Martínez, tampoco ocultaba su satisfacción: «No hemos presenciado un mero proyecto musical, ha sido un viaje sonoro por nuestras raíces, narrado con frescura, humor y un arte que conectó con todo el público».

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250 personas, podían haber entrado más pero no cabían, se dieron cita para presenciar este montaje, que lleva por nombre 'Raíces', en el entorno ibero de la Cámara Sepulcral de Toya justo enfrente de los restos de la ciudad de Tugia a siete kilómetros al oeste de la localidad de Peal de Becerro. En un escenario rodeado de cipreses, a la luz de la luna creciente, Jorge Arribas y Diego Galaz, el dúo de músicos Fetén Fetén, tomó la escena amparados en todo tipo de instrumentos, desde los habituales violín, flauta, castañuelas o mandolina a otros tan poco convencionales como el acordeón de los buitres, serrucho, gaita box de vino, cencerros o flauta silla de camping. A partir de ahí, humor, vitalismo y pura técnica de dos virtuosos que hacen una lectura contemporánea de la música tradicional y de la música popular con uso adecuado de la imaginación y la creatividad.

Los 'luthiers de la España vacía', como suelen ser conocidos, se emplearon a ritmo de baile, como milongas, jotas o chotis

Los 'luthiers de la España vacía', como suelen ser conocidos, se emplearon a ritmo de bailen entre los que no faltaron valses, milongas, jotas, chotis, tarantelas, seguidillas o habaneras y siempre con matices innovadores. Hora y media de concierto en un viaje al pasado que evocaba la música tradicional castellano leonesa y rendía homenaje al legado de músicos imprescindibles de nuestro patrimonio como Agapito Marazuela, Joaquín Díaz, La Musgaña o Nuevo Mester de Juglaría.

Y entre sus curiosos instrumentos, que sonaban afinados como si de una orquesta se tratase, continuas alusiones irónicas a la situación social y política, con un sentido del humor muy de agradecer para la época que atravesamos. Ni que decir tiene que el público se lo pasó en grande.

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