Linares despide con pesar al torero Pepe Luis Díaz, «un señor y un amigo
Su funeral, este martes, en la Iglesia de San Mateo de Baños de la Encina congregó a multitud de amigos, muchos venidos de su Valencia taurina
ÁNGEL A. DEL ARCO
JAÉN
Miércoles, 20 de agosto 2025, 12:27
El pasado lunes, a primera hora de la mañana, recibí una llamada telefónica de mí querido amigo Manuel Samaniego. Pronto pasé de la alegría de ... la llamada del amigo a la profunda tristeza. Con voz entrecortada y sumida en la más profunda pena me comunicaba lo que nunca hubiera querido escuchar «Pepe Luis Díaz ha muerto». Me quedé helado, sin palabras. No lo esperaba.
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A Pepe Luis Díaz lo conocí cuándo yo era un niño. Apenas tenía diez años. Era íntimo amigo de mi padre. Una amistad basada en el respeto, lealtad, afecto, empatía, confianza y unos valores compartidos que lo llevaron a gala siempre. Ahí empecé a conocer verdaderamente a ese hombre extraordinario que era Pepe Luis. Siempre afectuoso, siempre elegante en sus formas y en sus palabras. Un caballero de los que ya no quedan.
Amigo de sus amigos, nunca traicionó a nadie. Al contrario, siempre dispuesto para ayudar a todo aquel que lo necesitará.
Pepe Luis era torero de los pies a la cabeza. Nacido en la localidad albecetense de La Roda, se crío en Valencia dónde se inició en el mundillo taurino. Quiso ser matador de toros y se quedó en novillero con picadores, dónde destacaron sus actuaciones en la capital valenciana. Pronto desistió, cambiando el oro por el plata, convirtiéndose en uno de los grandes subalternos de la época.
Cuadrilla de José Fuentes
Su vinculación con Linares comenzó cuando entró en la cuadrilla de José Fuentes. Se inició una etapa gloriosa para ambos, convirtiéndose cada uno en lo suyo en dos grandes figuras. Pepe Luis Díaz siempre estuvo cerca de José Fuentes. Fuera y dentro del ruedo. Pepe Luis admiraba al Fuentes torero, lo quiso y lo defendió fuera del ruedo. Siempre en la sombra, pero siempre cerca de «su» matador. Nunca lo abandono, ni siquiera en los peores momentos. La lealtad de Pepe Luis era inquebrantable.
Me quedo con multitud de encuentros, charlas taurinas, conferencias. Muchas de ellas en la taberna 'Lagartijo'. Un santuario taurino dónde Pepe Luis Díaz impartía su sabiduría con pocas palabras, pero dando lecciones de un maestro en la sombra. No necesitaba nada más. Cómo los más grandes.
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Pepe Luis Díaz nos ha dejado para irse al encuentro de su querido y admirado José Fuentes. Ahora, en ese amplio tendido del cielo y de las buenas personas, defenderá y protegerá a «su» maestro.
Aquí sin embargo nos quedamos huérfanos. Manuel Samaniego, Paco Cerón, Paco Haro, Javier Moreno Tabernero, se encontraban en el restaurante 'La Mezquita' de Guarromán prácticamente a diario, para hablar de toros, siempre de toros, cultivando esa amistad que ahora se rompe por la trágica muerte. Esa ausencia se notará, pero su recuerdo estará siempre presente en esos amigos de corazón
Tampoco podemos olvidar a los miembros de las peñas y entidades taurinas de un Linares que lo llora en estos momentos. A su mujer Araceli, sus dos hijas y su ojito derecho que era su nieta. Eran su debilidad, su familia, los que siempre estuvieron a su lado y a los que Pepe Luis les dio su corazón. Ese corazón lleno de amor que se paró en un caluroso mes de agosto cuándo estamos a las puertas de la feria de San Agustín. Esa feria taurina tan importante de la que él fue protagonista tantas tardes junto a «su» maestro José Fuentes.
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Cuándo recibí la triste noticia de su fallecimiento, me puse en contacto con Enrique Ponce. Los últimos años de actividad de Pepe Luis Díaz fueron al lado de un Ponce que empezaba a destacar cuándo todavía era un niño pequeñito que quería ser torero. Fueron sus últimos años vestido de luces. El Enrique Ponce retirado de ahora, lamentaba su fallecimiento, recordando con alegría esos momentos junto a un hombre que seguro le enseñó muchas cosas buenas.
Amigos en el último adiós
Su funeral en la Iglesia de San Mateo de Baños de la Encina este martes congregó a multitud de amigos. Muchos venidos de su Valencia taurino. Es increíble cómo lo querían a pesar de que llevaba muchos años fuera. Profesionales del mundo del toro de todos los lugares. Allí nos encontramos a los matadores de toros Lázaro Carmona y su hijo, Vicente Ruiz 'El Soro', que llegó en sillas de ruedas muy emocionado por la perdida, Adrián de Torres, Marcos Linares y Curro Martínez. También estuvieron Francisco Díaz padre del matador de toros Curro Díaz, los subalternos retirados José Antonio Carretero y Valentín Díaz. El picador retirado Martín Olmo. El hijo del maestro José Fuentes. Aficionados y ese Linares taurino que estuvo a la altura para homenajear a un paisano de adopción que fue todo un señor, todo un caballero, todo un torero y sobre todo una buena persona.
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Desde que lo conocí cuándo tenía diez años lo quise y lo respete. Lo mismo que hizo mi padre, su amigo. Te voy a echar mucho de menos Pepe Luis. Sobre todo de tus abrazos cuándo nos veíamos, recordando ese señorío silencioso que siempre llevabas a gala. Me despido de tí cómo Linares recuerda a «Manolete». Gloria eterna a Pepe Luis Díaz.
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