Lectura colectiva en el centro de Jaén, en 2018. Laura Velasco

Libros que nacen del mar de olivos

Jaén reivindica su papel en las letras españolas de la mano de escritores de renombre, aunque cada vez son más las nuevas voces que se suman al arte de contar historias

Ascensión Cubillo

Jaén

Sábado, 7 de mayo 2022, 12:14

Antonio Muñoz Molina, Juan Eslava Galán, Salvador Compán y Emilio Lara. Cuatro jienenses que se han ganado un hueco en el mundo de las letras ... con obras que no solo traspasan fronteras, sino que han sido también merecedoras de importantes premios. De ahí que sus nombres sean un reclamo en librerías y ferias.

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Pero el mar de olivos es extenso y esconde otros talentos que poco a poco se van abriendo camino con esfuerzo, tesón y muchas llamadas a puertas que unas veces se abren y otras, no. Puede que algunos de ellos tengan a Muñoz Molina y compañía como ese espejo donde mirarse y, quién sabe, a lo mejor el día de mañana se conviertan en sus dignos sucesores.

«Nos llena de optimismo que Jaén tenga sus propios escritores», reconocía en una entrevista a este periódico el presidente de la Asociación Provincial de Librerías y Papelerías de Jaén, Francisco González, quien ponía como ejemplos de esta 'nueva hornada' a Juan Guzmán, Antonio Reyes o Juan de Dios Valverde. La lista es extensa.

Antonio Reyes tiene seis novelas publicadas: 'El escritor de cartas', 'El hórreo andaluz', 'La senda imborrable', 'Abel en una maleta', 'Cuando vengas a buscarme' y 'Puzzle'. Como buen conocedor del panorama literario a nivel provincial, Reyes pone el foco en que la mayoría de los escritores jienenses trabajan con editoriales pequeñas, o bien optan por la autoedición.

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«El mercado literario está mal, no se venden libros, así que las editoriales dedican su inversión a los nombres más que a las novelas en sí», explica. Así, se da prioridad a personajes famosos o periodistas conocidos porque desde un punto de vista económico les sale más rentable eso que publicar una novela buena de alguien desconocido.

La autoedición se presenta entonces como una opción, sobre todo entre quienes están empezando, aunque Antonio Reyes recomienda antes agotar todas las vías posibles. En este caso, probar suerte en los concursos literarios porque además de los premios en metálico, suelen incluir la publicación de la obra. Si después de haber apostado por ellos no se consigue nada, la autoedición es una salida. «Hay muchos ejemplos en este país de gente que ha empezado autoeditándose sus libros y ha terminado siendo 'best seller'. Es muy importante que cada uno sepa hasta dónde puede llegar», explica.

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Los Premios Literarios Jaén, de CajaGranada Fundación y CaixaBank, y el de Escritores Noveles de la Diputación son los más longevos de la provincia, superando ambos las tres décadas de trayectoria. El primero tiene tres modalidades: novela, poesía y narrativa juvenil. A estos 'clásicos' se suman el Premio de Novela Histórica 'Ciudad de Úbeda', con una dotación económica de 20.000 euros y la edición del manuscrito ganador; y el Premio Internacional de Relato Corto sobre Olivar, Aceite de Oliva y Oleoturismo de Másquecuentos.

Sirven de motivación

Los ayuntamientos también suelen convocar certámenes de poesía o relatos de ámbito local. Grandes o pequeños, motivan a quien le guste escribir. En este sentido, Reyes expone que no siempre los concursos tienen por qué ser importantes para coger renombre: «El que una persona gane uno sirve, lo primero, para que tome más confianza en su obra y en las siguientes que vaya escribiendo». Una inyección de autoestima que, a su juicio, se potenciaría dando mayor protagonismo a los autores locales en ferias del libro, por ejemplo.

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Por último, jornadas como las de 'Jaén, paraíso literario' propician ese encuentro necesario a su vez para crear comunidad. En la primera edición, que se celebró en octubre de 2021, escritores y profesionales del sector compartieron su experiencia con autores noveles, abordando temas como la autoedición o el funcionamiento de las editoriales. Y es que no cabe duda de que esta es una carrera de fondo.

David Gómez. Cedida

«Lo que estoy viviendo es nuevo y me crea una cierta responsabilidad»

David Gómez era un niño cuando el profesor de Sociales explicó el desastre de Igueriben en clase. Lo que sucedió en la guerra de Marruecos le sorprendió tanto que siguió investigando por su cuenta, hasta el punto de que, años después, este suceso protagoniza su primera novela: 'Fuego sobre Igueriben'.

Esta ópera prima le ha traído muchas satisfacciones a nivel personal. La primera, el hecho de verla publicada porque era algo que no entraba en sus planes. Este ingeniero técnico de minas, natural de Linares pero residente en Roquetas de Mar, empezó a escribir el libro en 2012 y un año después lo terminó, aunque no de manera definitiva porque hasta 2019 siguió haciendo correcciones. Fue entonces cuando, animado por su esposa, envió el manuscrito a la editorial Almuzara.

«No tenía intención de publicar», reconoce, y añade que lo que quería era rendir un pequeño homenaje a estos soldados españoles. A los quince días, la editorial le comunicó que iban a editar 'Fuego sobre Igueriben'. A partir de ahí se fueron sucediendo las buenas noticias, entre ellas la concesión del Premio de Novela Histórica de Pozuelo de Alarcón por parte de la Asociación Escritores con la Historia. El jurado, formado por Isabel San Sebastián, Antonio Pérez Henares, Juan Eslava Galán y Almudena de Arteaga, decidió que el premio fuese 'ex aequo' para este linarense y Alicia Vallina, con 'Hija del Mar'.

Unos amigos le animaron a presentarse. «Este galardón es una gran alegría para mí, sobre todo por quienes lo otorgan, que son escritores», apunta.

Este libro le ha abierto puertas en ámbitos muy alejados de la ingeniería: se ha estrenado como articulista, colabora en una revista de historia, da conferencias y recorre ciudades españolas para presentar su novela.

Todo lo que está viviendo ahora es nuevo, pero tiene su origen en aquella explicación lejana del suceso de Igueriben que le despertó la curiosidad.

Mari Ángeles Molina. Cedida

«Escribir, para mí, es un placer. Busco tiempo de donde no lo hay»

Si echa la vista atrás, Mari Ángeles Molina se ve escribiendo desde pequeña. Ha presentado obras a muchos concursos literarios; algunos ha ganado y en otros ha quedado finalista. Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando decidió dar el paso de publicar su primera novela.

Gracias a la autoedición salió a la luz 'Cuando el aire huele a tierra', una historia que tiene como escenario la provincia de Jaén a principios del siglo XX. Narra los entresijos de una familia que se enfrenta a los cambios políticos y sociales de la época, así como a sus propios secretos familiares. De paso da a conocer la cultura y la forma de vida de los jienenses, un tema que, a su juicio, sigue siendo «una asignatura pendiente».

«Siempre me propuse que si alguna vez publicaba algo, sería esta novela porque habla mucho de nuestra provincia», explica Molina, que está dando los últimos retoques a su segunda novela, una continuación de la primera aunque se podrá leer de manera independiente. En esta ocasión ha optado por la editorial Líberman para su edición, prevista para el verano.

Uno de los retos a los que se enfrentan los escritores noveles, y del que Mari Ángeles da fe, es la promoción y divulgación del libro. Sin apoyo resulta muy difícil. «'Cuando el aire huele a tierra' estuvo muy presente en la provincia a través del club de lectores de la Loma, también hicimos encuentros, pero cuando intentas sacarlo fuera, con la autoedición es complicado», reconoce. Su experiencia, no obstante, ha sido buena.

Por eso esta vez ha optado por una editorial jienense como Líberman: «Creo que me puede ayudar a desplegar las alas. Las editoriales grandes son inaccesibles cuando no eres conocido porque prácticamente no te hacen caso», expone.

El camino se antoja largo, pero Mari Ángeles va poco a poco y con paso firme porque sentarse a escribir es algo que le apasiona.

Juan de Dios Valverde. Ginés Donaire

«La autoedición es un camino incierto, pero sí que te realiza»

'El puente de las indulgencias' es una novela histórica ambientada en la provincia de Jaén que le ha valido a su autor, Juan de Dios Valverde, el premio 'Rrose Sélavy' de Ápeiron Ediciones. Una obra de «hermoso realismo poético», según el jurado, en la que memoria e imaginación van de la mano para recorrer los caminos de la grandeza y la miseria humanas.

Valverde, que trabaja en el Gabinete de Comunicación de la Diputación de Jaén, puso el punto final a 'El puente de las indulgencias' en pandemia, una década después de haberla iniciado. La escasez de tiempo libre por motivos laborales hizo que el proceso creativo se extendiese más en el tiempo. Proceso que, por otra parte, requirió de una vasta documentación al tratarse de una novela histórica.

El 'Rrose Sélavy' se suma así a su lista de premios literarios, sobre todo de ámbito provincial, entre ellos el de Escritores Noveles en 2005 por 'La memoria del agua'. Juan de Dios Valverde es además presidente de Másquecuentos, la asociación cultural que organiza el Premio Internacional de Relato Corto sobre Olivar, Aceite de Oliva y Oleoturismo.

Del panorama literario jienense, Valverde destaca la gran cantidad de escritores que están saliendo a la luz gracias, en parte, a la autoedición. «Es un camino incierto, desde luego, pero sí que te realiza», explica, porque no es lo mismo ver la obra en word o a máquina que editada. «Un paso que te congracia mucho con la afición de escribir», añade.

En cuanto a la nómina de escritores jienenses, Valverde recuerda a los 'grandes' como Eslava Galán, Muñoz Molina, Salvador Compán o ahora también Alberto Conejero, aunque a su vez pone el foco en los que están empezando. «No digo que sean el relevo, ni muchos menos, pero sí es cierto que debajo hay un grupo muy grande de escritores. A lo mejor alguno sigue esa línea y es capaz de consagrarse. Yo, no», asegura entre risas.

Desirée Amaro. Cedida

«Soy una ladrona de historias porque estoy todo el día escuchando a personas»

Orientadora laboral en un centro de la mujer, presidenta de la Asociación Lola Torres, directora del Folk del Mundo, coach deportiva y escritora. Son muchos los trabajos que desempeña Desirée Amaro, quien se autodefine como «inclasificable» porque las etiquetas no van con ella. Pero aún así saca tiempo para escribir.

«Tengo la sensación de que he escrito toda la vida, pero en 2013 veo la posibilidad de construir un libro. Aparece un hilo conductor y empiezo a recopilar los relatos que tenía», explica. Fue entonces cuando comprendió que no son inconexos, sino que esconden una historia con principio y final. Y eso se repite en sus tres libros: 'Amor mestizo de un erizo', 'Después de tu piel' y 'Nicotina blues'.

En el primero, 'Amor mestizo de un erizo', sus textos dialogan con las fotografías de Fernando Mármol. Reconoce que escribe cuando tiene algo que contar y que hay periodos más creativos que otros.

En 'Nicotina blues', en cambio, las fotografías se han hecho a propósito para este libro. Desirée se ha encargado de la dirección artística, aunque la fotógrafa ha sido Pilar Vega. Imágenes, texto y también música porque así participan todos los sentidos en el acto de la lectura: «Hay historias que se miran, se leen y se escuchan». Esta en concreto se narra a dos voces a través de un personaje femenino y otro masculino.

Sus libros se editan en Jaén, en una editorial pequeña y aunque no tiene la visibilidad de autores respaldados por sellos más conocidos, sus creaciones se leen hasta en México. El boca a boca a través de redes sociales ayuda mucho. «Me está costando mas trabajo que a otros escritores llegar, pero creo que el camino está siendo muy interesante porque no viene del marketing, sino del descubrimiento, y yo creo que esto le da valor».

En este sentido, su último libro le está dando muchas alegrías porque el público empieza por ahí y sigue con los anteriores.

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