Francisco Fernández dedica su 'Tiempo compartido' a Quesada

En el acto inaugural de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 18 de septiembre, la licenciada en Bellas Artes, restauradora y directora del Museo Rafael Zabaleta, Rosa Valiente, expresó que «en este muestra podemos ver el trabajo de toda una vida dedicada a la pintura, su evolución y sus cambios desde sus inicios hasta hoy. A Paco siempre la ha caracterizado su entusiasmo y perseverancia para pintar, investigando y experimentando nuevos cambios por donde transitar. De ahí que contemplemos su faceta figurativa junto a su producción más depurada de síntesis cromática y formal que deriva haca la abstracción, el surrealismo y lo conceptual. Todo dentro de una variedad temática y estilista que a lo largo de los años ha ido canalizando desde Quesada, como espacio de inspiración y siempre con la intención de compartir su inquietud plástica». Rosa Valiente habló de la atmósfera rural y honesta que hay en su figuración, la naturalidad e irrealidad de unos paisajes que expresan su admiración por la naturaleza, la austeridad y síntesis de su pincelada y ese cromatismo suyo que navega por la abstracción.

Francisco Fernández, por su parte, tomó la palabra para manifestar que son tres los colores que configuran su interpretación pictórica: «El rojo, el azul y el amarillo. Con ellos construyo una conversación mutua y sincera entre obra y artista, en la búsqueda permanente de un equilibrio físico y emocional. A ellos les acompaño el blanco para reflejar sutilezas y contrastes del día a día. Cada obra la construyo con la esperanza de que sea mi personalidad y el conocimiento los que decidan su destino. Pero quien termina las ideas que represento son los espectadores, porque son los sentimientos de ellos y los míos los que se aúnan para dar un sentido propio a cada uno de mis cuadros. Otorgo a la muestra el título de 'Tiempo compartido' porque está dedicada a mi pueblo, que es mi sangre».

Una vida entera dedicada a la pintura (el primer cuadro de la exposición, 'El afilador Chaparro' lo pintó en 1979) Francisco Fernández empezó trabajando conceptos figurativos, para luego irse acercando al impresionismo y al hiperrealismo: «Pretendo impactar a través de manchas sueltas y ligeras. En cuanto a colores me empleo con primarios. El negro como tal lo descarto, si hay que llegar a él lo obtengo a base de mezclas. Pintar requiere de un proceso complejo. A veces tengo la idea, pero esa idea tiene que salir, que brotar. En mi caso hasta que no la veo con claridad, no puedo expresarla».