El escritor pealeño Francisco Fuentes presenta su novela 'Retrato de frente y de perfil'

Esta novela se suma en su trayectoria a los cinco poemarios: 'Amanecer', 'Poemas del destierro', 'Bajo el sol de otro cielo', 'El tiempo en los bolsillos' y 'El esqueleto del árbol'; y a otros títulos de diversos géneros: 'Los días perdidos', 'Haciendo camino. Imagen pública de una escuela pública', 'Cuando hablan de ti', 'Cuentos para una princesa', 'La realidad inventada', 'Cuentos inoportunos' y 'Gotas de lluvia'.

'Retrato de frente y de perfil' trata la historia, complicada, dura y sin contemplaciones, de un personaje cuyo nombre se desconoce. Es un retrato psicológico que se adentra en la compleja personalidad del protagonista, mostrando su lado más oscuro, las aristas cortantes del personaje. Los escenarios donde se desarrolla la trama son unos personajes más de la novela, resultando perfectamente reconocibles y proporcionando el contexto geográfico necesario para situar los hechos, dando mayor consistencia a la historia que se relata. En esta novela, el autor explora la condición humana a través de las experiencias de sus personajes y se sumerge en sus miserias componiendo un retrato atrevido y actual. Su prosa, emotiva y detallada, invita a reflexionar sobre la soledad, el fracaso y la amistad.

Francisco Fuentes comenzó haciendo referencia al título de la novela, 'Retrato de frente y de perfil', confeccionado con un doble sentido: «por un lado, referido es esa fotografía que se toma a un detenido cuando pasa a disposición judicial, y por otro al tratamiento que en la novela se hace del personaje principal, con ese doble retrato físico y psicológico que se puede apreciar a lo largo del texto». Aunque la historia comience en la cárcel, no se puede dilucidar que sea una historia estrictamente carcelaria. Pero, según explica Fuentes, sí se toma este punto de partida «para ir hilvanando la trama a la inversa, hacia atrás en la vida del personaje central, que cuenta su vida a un compañero de celda, decidiendo este escribirla pidiendo antes permiso para ello a su protagonista; pero con la condición de no escribir su nombre ni decir de quien se trata, razón por la cual, este personaje principal es el único que carece de nombre propio en la novela».

Por su parte, Miguel Ángel Soria hizo mención a la intención del autor de «incitar a la lectura», leyendo una frase del propio libro: «Somos lo que leemos». Coligiendo en este caso Francisco Fuentes que «a algunos, como consecuencia de leer, nos pica el gusanillo de aventurarnos a escribir, porque está claro que sin ser lector no puedes ser escritor». «Pero es que Paco –continúa el concejal- hace también aquí una oda a los libros como una válvula de escape para esos presos que acaban en la cárcel, bien por tomar malas decisiones en la vida o bien por la mala suerte que se pueda tener en la vida».