Un retrato de Carlos Pérez Siquier
Rodrigo Valero lanza 'Mirando a Pérez Siquier'. Una colección de instantáneas del fotógrafo realizadas durante más de 20 años
David Roth
Almería
Sábado, 11 de marzo 2023, 23:00
Nacido en 1930, Carlos Pérez Siquier abrió pronto los ojos a la luz de Almería. Su padre, aficionado a la fotografía, tenía un pequeño taller ... en la buhardilla de casa, y allí descubrió el niño la imagen revelándose sobre el papel. En 1950, finalizó sus estudios de fotografía en la Escuela de Arte de Almería para comenzar seis años más tarde su primera y mítica serie 'La Chanca'. Su mirada de interés antropológico registró las costumbres, paisajes y bienes de sus habitantes, reflejando la dignidad de la pobreza en un austero blanco y negro.
De su mano y junto a tantas otras, la fotografía almeriense imperaba en territorio nacional. En una tierra tan característica por su singular luz, lo hacía con el Grupo Fotográfico AFAL a la cabeza, que impulsó junto Pérez Siquier junto a José María Artero, fundador del grupo y revolucionario del panorama. Nacía la Revista AFAL, que revolucionaría el panorama fotográfico español. Es un pequeño resumen de la historia que le valió al aclamado almeriense un Premio Nacional de Fotografía en 2003, siendo el único andaluz que acapara el título y una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Arte en 2018
Por mal que no venga recordar la historia de una de las grandes mentes y miradas que ha dejado Almería en herencia, no deja de ser el Carlos Pérez Siquier que todos conocemos, la versión que se encuentra detrás de la cámara, plasmando con esa sensibilidad única el mundo tal y como lo veía, sacando la dignidad hasta de la pobreza. Pero desconocida es su faceta delante de la misma, acostumbrado, como es obvio a ser él que pulsa el botón para plasmar para la eternidad aquella imagen o persona que él considerara merecedora. Tras fallecer a finales de 2021, solo quedará el recuerdo de aquellos que lo conocieron y su obra. Pero, irónicamente, también quedarán sus retratos, que es como a fin de cuentas recordamos todos aquellos ausentes, que ya no se encuentran con nosotros. Un recuerdo que se ve nutrido por aquellos que estuvieron a su lado, personas como el fotógrafo Rodrigo Valero, compañero de pasión que tuvo la oportunidad de seguir al maestro durante más de 20 años y de capturarlo con su cámara y sus tan habituales retratos a blanco y negro de corte intimista. Así nace 'Mirando a Carlos Pérez Siquier'. Diario íntimo de Rodrigo Valero, un libro editado por Diputación en conjunto con el Instituto de Estudios Almerienses y que se presentará hoy en el Patio de Luces de Diputación de Almería a las 19 horas. De hecho, el libro salió a la venta en navidades.
IDEAL ha podido contactar con su autor para que relate de primera mano todos los detalles acerca del libro, que a resumidas cuentas surge «a través de la relación que yo he tenido con Carlos Pérez Siquier durante tantos años, pues él me conoce desde que era joven, desde los primeros premios que yo obtuve», en los que Siquier figuraba como jurado.
Aun en vida y siendo Valero joven, «siempre iba a mis exposiciones y entablamos esa relación. Inicialmente, esta fue «de admiración hacia su obra, hacia él», luego, con el tiempo, «cada vez que nos acercábamos, de ese vínculo surgió una amistad, y a través de esa amistad comienza el proyecto de retratarlo».
Como bien es sabido por el amplio recorrido del autor, a este le encantan los retratos y «teniendo al maestro con ese porte de 'gentleman'..., no aprovechar un modelo como este era punible», explica Valero.
Las instantáneas fueron realizándose progresivamente, a lo largo de años. «Quedábamos en su casa o en la playa, y poco a poco elaboré este proyecto». De unos primeros retratos, casi frugales, pasó a otros más elaborados contextualmente y con mayor carga emocional. Por eso, este proyecto tiene tanto valor en cuanto a que es un documento íntimo. «Lo que le interesaba era remarcar a la persona por encima del personaje», prosigue Valero, «le mandaba los retratos y él me decía 'muy bien maestro, me encanta, esta me recuerda mucho a uno de Schommer, pero nunca me hizo un retrato tan bueno como el tuyo, es el mejor perfil que tengo con diferencia, aunque Tere me dice que parece que estoy mascando chicle».
Lógicamente, tras pasar tantos años, son miles los retratos que Valero conserva del fotógrafo, pero solo unos cien integrarán el documento. «Mi idea era hacer un libro sobre él en vida, pero al final se murió, uno de los padres de la fotografía contemporánea. Estando el trabajo ya hecho, me comentaron en Diputación la idea de hacer el libro a modo de homenaje y pensé que, al margen de los retratos, podían colaborar personas vinculadas a él para que escribieran al menos un texto, un guiño hacia él, ha quedado muy bonito», expresa el retratista.
Son cincuenta colaboradores. Personas que lo conocieron y que no quisieron dejar de expresar un poco más de lo que no conocemos de Pérez Siquier y entre los que se encuentran personas de renombre como Andrés García Ibáñez, Laura Terré, Pablo Juliá, Estela de Castro, Jeanne Chevalier, Antonio Lafarque o Francisco Uceda.
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