«La gente quiere personajes que se ajusten a sus fanatismos»
Juan Manuel de Prada presenta su novela 'Mil ojos esconde la noche', en una profunda reflexión social e histórica junto a los lectores de IDEAL
David Roth
Almería
Lunes, 23 de septiembre 2024
Ayer Almería fue testigo de un destacado evento cultural enmarcado en el Aula de Cultura de IDEAL Almería. En esta ocasión, Juan Manuel de Prada, ... uno de los autores más influyentes de la literatura española contemporánea, ofreció una fascinante disertación sobre su trayectoria, la situación actual de la literatura, la política y la sociedad, así como sobre su última novela, 'Mil ojos esconde la noche: La ciudad sin luz'. Este esperado encuentro, patrocinado por la Funación Unicaja y que se celebró en su centro cultural en Almería, logró congregar a un público expectante y profundamente interesado en las reflexiones y obra del escritor.
Durante su intervención, De Prada explicó con gran detalle la trama de 'Mil ojos esconde la noche', una obra ambientada en el París ocupado durante la Segunda Guerra Mundial, que, según el propio autor, refleja la compleja situación que vivieron muchos españoles exiliados en la ciudad. «La vida en el París de los años 40 era extremadamente difícil, sobre todo para los artistas españoles que, tras la Guerra Civil, llegaron a una ciudad donde la ocupación nazi les obligó a enfrentarse a dilemas morales y de supervivencia de gran calado», explicó el autor, resaltando cómo las decisiones de estos personajes, a menudo moralmente comprometidas, eran el reflejo de una época llena de ambigüedades y sombras.
El protagonista, Fernando Navales, es un personaje con el que los lectores ya estaban familiarizados por su aparición en Las máscaras del héroe. «Navales es un escritor buscavidas, lleno de resentimiento y sin escrúpulos, que en esta ocasión se enfrenta a una misión encomendada por el comisario Pedro Urraca: conseguir que los artistas españoles en el París ocupado se alineen con los postulados falangistas», detalló de Prada. Este personaje se convierte en el hilo conductor de una trama en la que conviven personalidades históricas como Picasso, César González Ruano y Gregorio Marañón, junto con otros personajes fascinantes como Serrano Suñer y Ana de Pombo.
Uno de los momentos más interesantes del evento llegó cuando de Prada explicó cómo construye a sus personajes y cuál es su relación con la realidad. «La escritura es mía, pero los personajes no son dobles del escritor», aclaró. Aunque algunos puedan ver destellos autobiográficos, el autor subrayó que los personajes «son el resultado de una mezcolanza de experiencias propias y ajenas». De Prada insistió en la importancia de no interpretar a los personajes literarios como meros trasuntos del autor, algo que considera una visión simplista y reductora.
De hecho, compartió una anécdota sobre la confusión que sus obras generan a veces entre los lectores. «Recibía cartas de lectoras que creían que el protagonista de 'La tempestad' era una especie de alter ego mío», comentó con humor. Una de ellas le escribió diciendo que había notado que el personaje había tenido experiencias amorosas desafortunadas y le ofrecía su ayuda para remediar esa situación. «Otro lector, esta vez un hombre, interpretó que la frustración del protagonista era una proyección mía y también se ofreció a 'curarme' de esa frustración», recordó entre risas.
Más allá de las anécdotas personales, el autor profundizó en los dilemas morales a los que se enfrentan los personajes de 'Mil ojos esconde la noche'. «Fernando Navales es un hombre que no ha triunfado ni literariamente ni dentro de la Falange, lo que le genera un profundo resentimiento que proyecta sobre los demás», explicó de Prada. A través de este personaje, el escritor explora cómo el resentimiento y las circunstancias extremas llevan a las personas a tomar decisiones moralmente ambiguas. «Es un reflejo de la compleja realidad que vivieron muchos españoles exiliados en París, que tuvieron que recurrir a estrategias de supervivencia que hoy nos resultarían impensables», añadió.
En la obra, la ocupación nazi y la colaboración de algunos españoles ilustrados con la Falange son temas recurrentes. De Prada señaló que, a menudo, se ha intentado simplificar la historia de aquellos años, pero que la realidad era mucho más compleja. «Muchos de los escritores y artistas españoles que vivían en París se vieron forzados a colaborar con la Falange o a participar en actividades culturales promovidas por el régimen, aunque luego, en muchos casos, lo negaran», explicó. Entre ellos destacó la figura de César González Ruano, quien, según de Prada, «mentía mucho en sus memorias sobre su estancia en París, como es comprensible, porque tenía mucho que ocultar».
El rigor documental que caracteriza a la obra de Juan Manuel de Prada quedó patente cuando el autor relató cómo se había documentado para escribir esta novela. «He trabajado mucho con los archivos de la policía francesa, que contienen informes detallados sobre los exiliados españoles en París», comentó. Estos documentos, junto con las hemerotecas de la época, fueron una fuente inagotable de información que le permitió construir un retrato fiel de la vida en el París ocupado. «Hay cosas en la novela que parecen increíbles, pero que están tomadas directamente de los informes y los artículos de la época», subrayó.
El antisemitismo, por ejemplo, es uno de los temas más impactantes de la novela. De Prada explicó cómo este prejuicio estaba profundamente arraigado en la sociedad de la época y cómo los comentarios antisemitas se hacían con absoluta naturalidad. «Ruano, por ejemplo, escribe cosas tremendas en sus artículos, y lo hace como si fuera lo más normal del mundo», indicó. «Era un antisemitismo ambiental, que se veía incluso en las caricaturas de la época, donde los judíos se representaban con garras y narices ganchudas», añadió.
Hacia el final de su intervención, De Prada reflexionó sobre cómo la historia tiende a ser edulcorada o simplificada por razones ideológicas. «Los historiadores hoy en día se documentan poco o nada», afirmó con cierta dureza. Según el autor, la mayoría de las biografías e historias que se escriben actualmente buscan ofrecer arquetipos que se ajusten a las ideologías contemporáneas, lo que lleva a una distorsión de la realidad. «La gente no quiere conocer la verdad, quiere personajes que se amolden a sus fanatismos», sentenció.
Con 'Mil ojos esconde la noche', Juan Manuel de Prada se ha propuesto mostrar una versión más cruda y realista de la historia, lejos de las simplificaciones a las que estamos acostumbrados. «He querido que los personajes se expresen como lo harían en aquella época, con sus luces y sus sombras, porque la realidad humana es mucho más compleja de lo que queremos admitir», concluyó.
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