Cajamar, OCAL y Orfeón Donostiarra traen la alegría con la Novena de Beethoven

El Auditorio Maestro Padilla se llenó ayer, invitados por Cajamar, para deleitarse con una de las obras cumbres de la música clásica, la Novena Sinfonía de Beethoven, en cuatro movimientos, el último la 'Oda a la alegría', reconocible y admirada.

Bajo la dirección de Michael Thomas, la OCAL ha sabido transmitir la belleza técnica y artística de este trabajo sinfónico de Beethoven: el uso de la armonía arriesgado, innovador y pretencioso, una arquitectura estructural perfectamente ajustada y mesurada, un desarrollo de la polifonía sin límites que pone en jaque las leyes musicales conocidas hasta entonces y un uso del contrapunto que roza la genialidad matemática. Talento tanto de los músico como su afamado director.

Tras los tres primeros movimientos, sublimes, ya llegado la 'Oda a la alegría', acompañados de la tradición y calidad vocal del Orfeón Donostiarra, así como con los solistas Suzana Nadejde, soprano; Coco Díaz, contratenor; Juan de Dios Mateos, tenor; y Javier Povedano, barítono.

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Musicalmente ha mantenido el tono brillante de todo el concierto, y vocalmente ha sido una delicia comprobar la calidad tanto del Orfeón como de los cuatro solistas. La armonía y la belleza vocal forman parte de la esencia del Orfeón, así como de los cuatro solistas, que han empastado perfectamente sus voces con la música de la OCAL, para conjugar una interpretación sobresaliente, muy aplaudida por el público.

Los emocionados asistentes han obligado a la orquesta, coral y solistas a salir varias veces a recibir su gratitud a través de los aplausos, por la técnica depurada, el sentimiento despertado y la alegría compartida de esta partitura. Esta tarde se repetirá la escena en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar.

Como afirma Michael Thomas, «Cajamar siempre nos ha acompañado desde el principio. Saben lo importante que es para una ciudad como Almería tener una orquesta profesional y quieren ver a la OCAL triunfando en toda la región y fuera de ella. Vienen a nuestros eventos, nos ayudan con los vídeos de promoción, conciertos, carteles y, aún más importante, vienen con ideas. La verdad es que tocar la Novena para Almería y para nuestros amigos en Cajamar realmente merece un Himno a la Alegría».