Superadobe, arma contra el chabolismo
El Ayuntamiento de Níjar proyecta en una parcela del polígono industrial de Los Grillos viviendas sostenibles para jóvenes, inmigrantes y personas en riesgo de exclusión social
Juan Sánchez
Almería
Domingo, 1 de enero 2023, 22:47
Mirar al pasado para construir el futuro. Esta frase, que podría entenderse como un mensaje publicitario, es el axioma sobre el que se asienta un ... proyecto con el que se pretende combatir el chabolismo en el término municipal de Níjar con viviendas sostenibles a un precio asequible y con una ejecución rápida al alcance de cualquiera.
Lejos queda el cemento, la arena, el aluminio, el acero, el cristal, la madera o el plástico, la esencia del proyecto es el superadobe. Una evolución del hormigón romano, que todavía sigue en pie pese al paso de los siglos, pero más sencillo de manipular. Al frente de este proyecto, que prevé materializarse en los próximos meses en una parcela del polígono industrial de Los Grillos, situado entre las barriadas de El Viso y San Isidro, se encuentra la arquitecta Lourdes Rueda y un equipo multidisciplinar. Su propuesta 'Células de Gaia: Bioconstrucción para Alojamientos Transitorios de Integración' fue seleccionada junto con otros 19 proyectos europeos para el programa 'Apoyo a Iniciativas Locales de la Nueva Bauhaus Europea' en el marco del Pacto Verde Europeo (European Green Deal) y resultó premiado.
«El origen fue bonito porque mis amigos Carlos (arquitecto técnico) y Elena (informática) estuvieron en un asentamiento –poblado 'Walili'– después de un incendio llevando utensilios», apunta Rueda. «Se vinieron a Málaga con la idea de enseñar a los afectados a construirse sus casas, me llamaron y nos reunimos». Dicho encuentro propició una «una posible solución para el chabolismo». La idea era simple:«Había que hacer de la mejor manera un proyecto que estuviera muy bien hecho y sirviera de ejemplo y si funcionaba que se pudiera replicar y expandir por sí solo»; un patrón.
Una vez fijado el rumbo el siguiente paso era el plan financiero y el enclave para su materialización. «Sabemos que hay subvenciones de la Unión Europea que se devuelven porque no hay proyectos que las cubran y ahí vimos la línea de financiación». Tras elaborar un dossier informativo que trasladaron a la Universidad de Almería, al objeto de recabar colaboración técnica y cosechar su apoyo, se plantificaron en el Ayuntamiento de Níjar y le pusieron sobre la mesa la idea. «Nos sorprendió la respuesta tan rápida por parte de la alcaldesa –Esperanza Pérez–. Necesitaban un proyecto sostenible así».
La primera manzana aún no ha empezado a ejecutarse pero desde la perspectiva administrativa se encuentra bastante avanzada. «Estamos trabajando para que se desarrolle de la mejor forma. Diseñé una propuesta que daba alojamiento a 450 personas, pero soy prudente porque se va a desarrollar por partes mientras se obtiene subvención para las diferentes células», indica la arquitecta. A la hora de construir «hay un sistema de mecanización que va a abaratar bastante» y también «un proyecto de geotermia que va a dar climatización a las viviendas de forma sostenible y mediante las experiencias piloto se va a poder cuantificar la viabilidad del modelo». A partir de las primeras casas de superadobe «se levantarán edificios de uso común». En este sentido Rueda se muestra rotunda: «Es un barrio y queremos que no se convierta en un gueto, que no sean solo viviendas para inmigrantes, sino también para personas en exclusión social y jóvenes». Lo que se persigue es que «la manzana tenga una variedad social y no sea un asentamiento más, que tenga relación con el resto de municipios, que tenga vida».
Ya cuentan con el contrato para ejecutar el proyecto básico de la vivienda piloto: 'Nautilus'. «Consiste en una obra de superadobe; sobre la cimentación se levanta un muerte de piedra y encima se colocan sacos de polipropileno rellenos con mezcla de arcilla, arena, grava y cal. Se va poniendo una hilera de sacos sobre otra y se atan con alambre de espino. Esa mezcla fragua y endurece muy parecido al hormigón romano se queda una estructura monolítica y luego se impermeabiliza».
El resultado es una bóveda y después otras estancias giran en torno a ella con una cubierta plana inclinada. Estará compuesta por dos dormitorios doble, baño, zona de estar y cocina con pequeño comedor. No obstante, también hay proyectadas «viviendas para dos personas, para cuatro y para seis; el proyecto global no está terminado». Lo que sí está bastante avanzado son los servicios que corren a cargo del Consistorio. «Se ha urbanizado la zona y están las acometidas». En la ejecución de la casa tipo, que tendrá 80 metros cuadrados, se depende mucho de la mecanización. «La piloto se va a construir rápido», el resto dependerá de varias variables.
Rueda advierte de que el Ayuntamiento «no puede abordar todo el gasto» y tampoco quieren que todo sea «a base de subvenciones». Se busca una acción en la que lo público y lo privado vayan de la mano. «Queremos formar a arquitectos y constructores de la zona para que esto se pueda expandir por sí solo para que se puedan construir viviendas en invernaderos y en otras zonas y sea el sector privado el que lo desarrolle».
En cuanto al coste «es aventurarse, porque han subido mucho los precios de los materiales». Eso sí, «va a ser bastante más barato que un sistema convencional».
Lo que va a un ritmo más lento es el proyecto social que debería «desarrollarse de forma paralela» al arquitectónico. En definitiva, «lo que se busca es la inserción social». Se trata de «plantar una semilla y si funciona que pueda replicarse de esa y de otras formas». La estructura inicial escogida para 'Gaia', nombre que se le da al planeta tierra, es similar a unos mandalas que tienden al centro con espacios público. Son células que se unen y aluden a que todos los seres humanos somos células iguales ante la tierra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión