La cara más solidaria de la Guardia Civil

La ONG Guardias Civiles Solidarios ha donado recientemente bicicletas y colchones a las Hermanas Mercedarias de la Caridadde San Isidro de Níjar

JULIO VALDIVIA

NÍJAR

Lunes, 22 de noviembre 2021, 23:14

Las Hermanas Mercedarias de la Caridad de San Isidro de Níjar, que prestan una importante labor social hacia los más desfavorecidos de la zona, sobre ... todo inmigrantes, han recibido estos días la ayuda de Guardias Civiles Solidarios, una ONG integrada por agentes del cuerpo, así como socios colaboradores civiles, que ha entregado 36 bicicletas, 20 colchones y otros tantos somieres, así como ropa de cama, financiados con las cuotas de sus socios y con el dinero y las donaciones conseguidas a través de una campaña en redes sociales.

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Esta organización ha realizado numerosos proyectos solidarios en todo el mundo, desde Nepal a Ecuador o Haití, y de hecho, muchos de sus más de 400 socios proceden de lugares en los que han llevado a cabo trabajos, según cuenta José Luis Gómez, uno de sus responsables, que recalca que es una labor que hacen en su tiempo libre.

«Conocemos a la hermana Araceli a través de otra gente y de otras donaciones», explicó Gómez a IDEAL. De hecho, ya se hicieron donaciones a las Mercedarias de ropa, libros, sillas de ruedas o comida. «En esta ocasión, a raíz de los incendios de asentamientos chabolistas de Níjar, la hermana Araceli se puso en contacto con nosotros», comentó este guardia civil. Se necesitaban 36 bicicletas y gracias a la campaña de donaciones emprendida se consiguieron comprar 20 nuevas y el resto son donaciones de bicis «seminuevas y en perfecto estado».

Una pequeña ayuda para una organización religiosa que lleva 20 años realizando una importante labor solidaria con los inmigrantes de Níjar, algo que no siempre es visto con buenos ojos por los vecinos de la zona, como admitía ayer la hermana Araceli Fuentes, que aseguraba que algunos incluso les niegan el saludo y les culpan de la presencia de inmigrantes. «Los inmigrantes están aquí porque tienen trabajo», responde ella, tras defender su compromiso y el de numerosas organizaciones religiosas con los inmigrantes que no tienen nada. «Hay que estar donde nos necesitan», explicaba.

En lo que va de año se han producido ya tres incendios en los asentamientos de Níjar, de ahí la petición para conseguir colchones y mantas, además de bicicletas, un preciado medio de transporte para ir al trabajo.

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Las Hermanas Mercedarias recibe el apoyo de varias organizaciones religiosas como Cáritas y aunque sus integrantes son ya mayores en su mayoría, también reciben en verano a voluntarios jóvenes cristianos. Gracias a eso y la ayuda que prestan muchas otras personas, realizan una importante labor, desde gestionar el reparto de alimentos para más de 3.000 personas de esta parte de la provincia, hasta clases de español o talleres ocupaciones con los que dan unos pequeños ingresos obtenidos de la venta de lo que producen. Estos talleres comenzaron siendo para hombres, pero ahora son para mujeres porque «son las que menos tienen y las más necesitadas», concreta la hermana Araceli.

Además de ello, las Mercedarias cuentan con cinco casas de acogida en la zona, una en la que viven 8 mujeres con sus hijos, algunas de ellas víctimas de malos tratos, y otras cuatro en las que viven 36 hombres. Unas casas que alquilaron en su día a su propietario, haciendo un gran esfuerzo económico, pero que fueron entregadas por este al banco para saldar deudas, que ha intentado desahuciarlas en varias ocasiones.

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«Con la hermana Araceli hemos creado un vínculo especial», destacó José Luis Gómez, que en su caso es especialmente consciente de la problemática de los inmigrantes porque «estoy en el Puerto de Motril y recibo inmigrantes, somos de los primeros que ofrecemos nuestra ayuda, cumplimos con nuestro trabajo, pero como asociación somos los primeros que damos. Antes que guardia civil soy humano», explicó en este sentido.

La asociación tiene su sede en Granada, aunque sus proyectos abarcan todo el mundo, habiendo realizado ya varios en la provincia de Almería. Sonada fue la presencia de numerosos de sus miembros en la búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, y de hecho, uno de sus drones de visión nocturna lleva el nombre de Gabriel en su honor, con el permiso de su madre.

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También han tenido una presencia muy activa en campañas como la recaudación de fondos para Iker Ibáñez, el pequeño almeriense aquejado de una enfermedad rara degenerativa que ha movilizado a la sociedad almeriense. Guardias Civiles Solidarios lleva ya aportados unos 12.000 euros para sus viajes y tratamientos.

«Dar a la gente es un privilegio», explicó José Luis Gómez, que ha participado en varios proyectos internacionales de la ONG y que recuerda el esfuerzo de subir a 4.000 metros en Nepal portando 30 kilos de peso «eso sí es un trekking, pero de solidaridad», recalca para concluir que «ayudar a la gente es un privilegio».

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La asociación invita a colaborar a todos los que quieran participar en sus proyectos, para lo que se pueden hacer socios, sean guardias civiles o no, todos los interesados pagando una cuota desde 20 euros al año. Se puede obtener más información en su guardiascivilessolidarios.es o bien en el teléfono 616 30 36 10.

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