Vinos de Jerez, un viaje por la historia que cabe en una copa
INMACULADA ACIÉN
Domingo, 23 de septiembre 2018, 03:37
Los vinos de Jerez son una cosa muy seria. Su historia y lo que representan imponen a cualquiera que se atreva a asomarse a este ... balcón luminoso que España tiene el honor y la suerte de contar en su casa. Palomino, Moscatel y Pedro Ximenez, las tres uvas que han conquistado el mundo desde un pequeño terruño gaditano, fueron ayer las protagonistas de la cata que se pudo disfrutar en la jornada matinal de ayer en Almería Gourmet.
De la mano de Pepe Ferrer, representante del Consejo Regulador de los vinos del Marco de Jerez, los afortunados que asistieron al taller probaron una buena representación de las variedades que tiene estos vinos fortificados. Del amontillado, oloroso, palo cortado, cream, moscatel o el fino y la manzanilla, los más populares. Pero no fue solo eso, sobre todo se hizo un repaso en el que se contó las interioridades de un tipo de vino que es «especial». Y así lo es por ser hijo de unas condiciones climáticas determinadas, las del triángulo que forman Jerez de la Frontera, el Puerto de Santa María o Sanlúcar de la Barrameda. Pero también de un proceso de fermentación y crianza únicos en el mundo.
Conocer el efecto que producen el velo de flor o la solera impresionó a unos catadores entregados. Ya se sabe, estos vinos o se aman o se odian. Y lo segundo más bien por puro desconocimiento. En plena revolución ecologista, todos y cada uno de los procesos biológicos que culminan con estos caldos deberían conocerse hasta en los colegios.
Olorosos, amontillados o manzanillas se probaron ayer
Un patrimonio inmaterial que tiene como resultado el que sean millones de personas las que se declaren amantes de una buena manzanilla en rama, la más antigua, o de un amontillado tan serio como para acompañar a un buen guiso de cuchara.
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