La Agrupación aprueba una carrera oficial con la Catedral como punto neurálgico

En un recorrido que partirá desde el corazón administrativo de la ciudad, en el Paseo de Almería –junto al cruce con las calles Rueda López y Lachambre, donde se ubica el ficus de gigantescas dimensiones– y que acudirá a la búsqueda de las raíces católicas recorriendo parte del Casco Histórico de la capital. por las calles General Tamayo, Gravina y Real. Además, se otorgan dos alternativas a elegir por las corporaciones para su llegada al Templo mayor: una serpenteante por la plaza de Masnou, calle Murillo, plaza de Bendicho y calle Cubo y otra rectilínea por la calle Eduardo Pérez.

El cambio tendrá que ser ahora ratificado por el obispo de la Diócesis de Almería, Adolfo González Montes, quien había mostrado en anteriores ocasiones cierta animadversión a abandonar el Paseo, en cuyo transitar las cofradías recuerdan la tradición cristiana de la ciudad. Es precisamente esto por lo que se mantiene un tramo de Paseo de Almería como recorrido obligatorio en la propuesta de la Agrupación de Hermandades.

El cambio lo será en la Carrera Oficial, que perdería las gradas para ganar sillas de madera situadas a lo largo de este transitar por el Casco Histórico –más estrecho y vistoso–. Pero permitiría, además, dotar de sentido lógico final a las procesiones como estaciones de penitencia de camino a la oración frente a las puertas de la Catedral de Almería. Es lo que ocurre en Sevilla –el recorrido oficial culmina en el interior de la Catedral– y en Málaga –en donde la inmensa mayoría de hermandades incluso entran en el Templo–.

Eso sí, no será un cambio drástico en cuanto al trazado de los desfiles porque de las hermandades agrupadas que hacen su estación de penitencia por el trazado oficial ya venían todas acudiendo a la plaza del Templo mayor en señal de respeto y oración con la salvedad de Gran Poder. Eso sí, obligará a alterar algunos recorridos en sentido inverso, porque la mayor parte de ellos venían planteando hasta el momento el paso por la Catedral antes de acudir a la búsqueda del Paseo de Almería.

Algunas cofradías habían mostrado, durante el debate anterior al cónclave de ayer, sus dudas por el sentido de la Carrera Oficial ya que, a su juicio, la orografía de la capital puede resultar determinante a la hora de gestionar las cuadrillas de costaleros. Y no es lo mismo encarar una carrera oficial de leve ascenso continuo entre el Paseo de Almería y la Catedral de la Encarnación que hacerlo en el sentido inverso.

De obtener el visto bueno del Obispado de Almería, la Carrera Oficial entraría en vigor esta misma Semana Santa. No en vano la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Almería ha efectuado decenas de simulaciones de recorridos, horarios y cruces con la finalidad de soportar argumentalmente la propuesta de la directiva de cambiar el recorrido oficial que podrían ser adoptadas, ipso facto, por las diferentes juntas de cada hermandad. Además, Almería no cuenta con el principal problema experimentado por el resto de capitales andaluzas cuando deciden alterar el recorrido oficial: los abonos de quienes quieren ver los desfiles procesionales en tribuna. La gratuidad de las gradas en Almería facilita el cambio.

Las cofradías tendrán ahora, si el Obispado da su visto bueno, que estudiar las acomodaciones de sus recorridos y cómo acompasarlas en horario con el resto de hermandades de cada jornada. Las principales dificultades se experimentarán entre el Miércoles y el Viernes Santos, que son los días con más pasos y hermandades haciendo su estación de penitencia por la capital almeriense.