El Consejo Social de la UAL premia a una startup que convierte restos agrícolas en bioplástico

El proyecto, creado por Jesús Espadas, Antonio Fernández y Eduardo López, bajo el nombre de Southern Biorefinery recibe el premio a la Mejor Startup de 2023

Inmaculada Acién

Almería

Martes, 11 de julio 2023, 17:31

Dar una nueva vida, biodegradable y rentable, a los rastrojos o residuos agrícolas le ha valido a 'Southern Biorefinery', el Premio del Consejo Social de ... la Universidad de Almería a la mejor 'spin-off, startup o patente 2023', enmarcado en la Feria de las Ideas de la UAL. Sus creadores son Jesús Espadas Carranza, biotecnólogo; Antonio Fernández Berruezo, economista; y Eduardo López Herrada, ingeniero químico.

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Se trata de una empresa que toma los residuos agrícolas de los invernaderos y lo transforma en un bioplástico, generado a partir de materiales biológicos y que es biodegradable, por lo que «el impacto de la huella de carbono es menor, y con la diferencia respecto a otros bioplásticos de que nuestra materia prima no es un costo sino un ingreso. En la agricultura de Almería tenemos la suerte de que la gestión de residuos tiene una logística formada», explica Jesús Espadas.

Para lograr transformar los restos vegetales de las cosechas en bioplásticos utilizan un combo encimático que desarrollan en la propia empresa, así como bacterias, y el bioplástico resultante permite sustituir a los plásticos blandos y es más sostenible. «Puede reemplazar a cualquier plástico de un solo uso que utilizamos todos los días, pero con la diferencia de que no hace falta reciclarlo, se composta y es biodegradable», aclara Jesús Espadas.

Por su parte, Antonio Fernández señala que comenzaron en marzo de 2022 y desde entonces no han parado. «Ahora buscamos financiación para poner en marcha la planta piloto», incide.

«Todos los residuos se pueden llegar a utilizar, pero hay que intentar hacerlos rentables para que se pueda extender en el ecosistema económico. Bajo esta filosofía, cualquier tecnología que permita aportar una vida útil a un residuo debería ser bien recibida, pues es la economía del futuro, sostenible, circular y que contribuye a reducir las emisiones de dióxido de carbono», subraya Jesús Espadas.

Los dos emprendedores destacan que el proyecto aporta a los agricultores una solución biodegradable para los residuos de los invernaderos. «Les puede ayudar a reducir los costes en la gestión de los rastrojos, con la transformación en envases nuevos y biodegradables, por ejemplo, para los alimentos frescos».

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