El agua de la EDAR de Balerma, al servicio de la agricultura

Esta es una de las medidas que se encuadran en el III Decreto de Sequía que ha hecho público recientemente la Junta de Andalucía y que permitirá, como incidió la consejera de Agricultura, que la provincia de Almería disponga de 37 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas «proporcionando nuevas posibilidades hídricas para nuestros agricultores y regantes que no están atravesando buenos momentos, debido a la sequía estructural que sufre Andalucía». Se trata, en concreto, de los terciarios previstos en las EDAR de El Toyo y El Bobar, con casi 15 hectómetros cúbicos nuevos de agua para riego, y la ampliación del tratamiento terciario en la EDAR de Vera, Cuevas del Almanzora, Mojácar o Huércal-Overa, además de la actuación en la EDAR de Balerma.

Por su parte, el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, subrayó que la reutilización del agua es sinónimo de economía circular y sostenibilidad medioambiental, y afirmó que «el agua es vida, es economía, es empleo y es producción de alimentos», todo ello para reclamar que «la política hídrica necesita infraestructuras, racionalizar y articular los recursos existentes, conjugando elementos ambientales, aspectos económicos y productivos, y criterios de implementación», al tiempo que señaló que «entorno al agua sobran prejuicios ideológicos y populismo, y faltan criterios técnicos».

En este punto, Góngora recordó las inversiones comprometidas y en ejecución por parte de la Junta de Andalucía en El Ejido en esta materia, con la ampliación de la EDAR y obras de conducción de agua desalada, pero también recordó las necesidades que en materia hídrica tiene el sector hortofrutícola en el municipio de El Ejido y en el Poniente almeriense en general, que le corresponde al Gobierno Central como es la ampliación de la desaladora del Campo de Dalías, que está previsto que incremente su capacidad en 10 hectómetros cúbicos; la construcción y puesta en marcha de la planta de tratamiento en la Balsa del Sapo, cuyo proyecto se encuentra en fase de revisión por parte del Gobierno Central, o una nueva desaladora a futuro, como se contempla en el nuevo Plan Hidrológico de Cuenca.