El Alquián, a por el millón de pasajeros
El aeropuerto crece en abril un 28,4% en usuarios extranjeros, un dato que le augura un gran verano turístico
Miguel Cárceles
Domingo, 28 de mayo 2017, 05:10
Fue el primer gran síntoma de una crisis que parece, ahora sí, que comienza a irse. Al Aeropuerto de El Alquián, en Almería, el principal ... cordón umbilical de la provincia con el resto del mundo ante la carencia de infraestructuras terrestres competitivas, se le desplomaba el número de pasajeros como jamás lo había hecho desde que en febrero de 1968 las autoridades de la dictadura pusieran en servicio la pista de aterrizaje frente al mar de Alborán. En sólo dos años, entre 2007 y 2009, la terminal de pasajeros de Almería, con una infraestructura preparada para superar los dos millones de pasajeros anuales tras una millonaria inversión de Fomento, pasaba de 1,2 millones de usuarios a bajar de los 800.000. Y desde entonces, con la salvedad excepcional de los datos de 2014, no conseguía levantar cabeza hasta el punto de que en 2015 tocó suelo con 691.000 pasajeros.
Las alarmas sonaban al mismo paso al que la economía global amenazaba con un espectacular vuelco de situación frente al crecimiento generalizado y globalizado desde los años noventa. Almería perdía fuelle turístico internacional, el principal componente de los datos aeroportuarios. Y la estadística de AENA Aeropuertos, empresa pública que gestiona los aeródromos estatales, la relevaba a la cuarta -y puntualmente quinta- posición en el ranking aeroportuario andaluz, superada por terminales como el megalómano aeropuerto de Málaga-Pablo Picasso, pero también por otros más modestos como Sevilla-San Pablo, Federico García Lorca de Granada y Jaén o Jerez-La Parra.
Aquello pudo ser una pesadilla pasajera. O el nuevo periodo abierto en 2016 una reestrenada edad del oro. Pero los pésimos datos de poco más de 700.000 pasajeros surcando la terminal aeroportuaria almeriense cada año, cifras en las que se instaló El Alquián hasta 2016, parecen ya harina de otro costal.
La cuestión es que Almería lleva tres años batiendo sus mejores datos turísticos de la historia. Y estas cifras parecen haber contagiado, por primera vez desde que comenzó la crisis económica allá por 2007, al turismo internacional, en constante auge y que crece en cifras de dos dígitos. Como una fila de fichas de dominó, la demanda turística internacional, la ocupación de las aeronaves en las rutas charter y regulares y una costa mediterránea española en constante crecimiento han despertado el interés de las aerolíneas por El Alquián hasta prever para este año la mejor oferta estival de la historia por número de destinos.
En total 46 ciudades, 48 aeropuertos (36 de ellos internacionales) y casi una treintena de compañías aéreas operarán una oferta de vuelos que rozará el millón de potenciales viajeros en más de 7.000 operaciones de despegue y aterrizaje. En comparación con la temporada estival del año pasado, las magnitudes de asientos ofertados y vuelos previstos han crecido en un 14,3% y en un 9,5% respectivamente.
De los 46 destinos con los que comenzó la temporada turística estival el aeropuerto almeriense a finales del pasado mes de marzo (el pasado año fueron 35), la inmensa mayoría son conexiones con el extranjero, con países del resto de Europa, 34 de ellas, mientras que doce serán nacionales. Con esto, las rutas domésticas apenas absorben el 30% del tráfico, aportando una magnitud absolutamente internacional a la terminal de pasajeros de El Alquián. De hecho, en este verano el número de plazas ofertadas para vuelos al extranjero se disparará en un 30,8% hasta superar los 673.000 asientos.
«La programación estival refleja el cambio que experimenta la demanda durante estos meses, con periodos vacacionales más amplios que en invierno y con una mayor predisposición a realizar viajes largos y hacia ciudades diferentes a las tradicionales», estiman desde AENA Aeropuertos.
Los datos de Almería no pueden vincularse de forma directa con un cambio radical en la promoción turística, en una nueva oferta para quienes deciden venir a la provincia a pasar sus horas de ocio o a una revolución turística. Más bien residen en un cambio de tendencia generalizado del cual se están beneficiando otros destinos del entorno de Almería: la Costa Cálida (Murcia) o la Costa del Azahar (Castellón). En estos casos, la afluencia turística crece en porcentajes muy similares a los de Almería y superiores a los de la Costa Blanca (Alicante), la Costa del Sol (Málaga y el Mediterráneo gaditano), destinos turísticos estos mucho más asentados y con fluctuaciones ascendentes o descendentes menos acentuadas que las reflejadas en la explotación turística del litoral almeriense.
Con estas previsiones de las aerolíneas, el Aeropuerto de El Alquián se pone en la 'pole' de salida para aspirar a repetir unas cifras que dejaron de experimentarse allá por 2007, el año de mayor concurrencia aeroportuaria de Almería, y alcanzar de nuevo el millón de pasajeros. Sólo llenando los aviones de la temporada estival, sin contar la afluencia regular que registra en invierno el aeródromo almeriense, AENA conseguiría lograr este objetivo y colaborar en que, de nuevo este año, Almería consiga repetir más de un millón de pernoctaciones hoteleras sólo en un mes. Ha ocurrido en los últimos tres años, algo que jamás en la historia se había dado en una provincia modestamente turística como la almeriense. Pero también superar el millón de usuarios distintos en los servicios hoteleros de la provincia antes de que cierre el mes de agosto, otro de los récord alcanzado el pasado año.
Estos resultados no están, en absoluto, lejos de cumplirse. Son unas expectativas alcanzables a tenor de las previsiones turísticas de hoteleros y aerolíneas después de la más que excepcional temporada del pasado año. El Aeropuerto de Almería terminó 2016 con 919.808 pasajeros, lo que supuso un rotundo crecimiento del 33,1% en comparación con el año anterior. Y el principal y casi exclusivo sustento de este significativo repunte fue el importante dinamismo que mostraron tanto el tráfico internacional como el doméstico, pero especialmente el primero.
El componente turístico de Almería, altamente nacional, estabiliza afortunadamente sus cifras de explotación pese a las fluctuaciones cíclicas. Pero el ascenso del componente internacional, aunque minoritario, supone un balón de oxígeno absolutamente determinante. Y en ello, ante la carencia infraestructural y su ubicación geográfica, el Aeropuerto de Almería es el principal cómplice. La lejanía de Almería de los centros generadores de turismo, el difícil acceso a esta zona de la península, y su gran competitividad por precio, provocan que Almería sea de las zonas del país que obtenga un mayor rendimiento a cada visitante. Los turistas que utilizaron los servicios de los establecimientos hoteleros de la provincia se alojaron por un periodo medio de 4,78 noches por viajero. Es, tras las de los archipiélagos balear y canario, la cifra más alta de todo el país. Y suele ser así porque Almería está entre los territorios con unas estancias más prolongadas en asociación a los problemas de acceso y, sobre todo, a la estacionalidad de su turismo, fuertemente arraigada con el verano.
El sector hotelero mira de reojo al Aeropuerto. Y el aeródromo esgrime una tabla de aterrizajes histórica. Un menú que augura la total satisfacción cuando llegue la hora del postre.
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