Una vecina de Peal de Becerro lega sus bienes a cuatro entidades sociales

Viuda de Daniel Fuentes y madre de Manuel Fuentes, este último también fallecido, al carecer de descendientes como beneficiarios, en su testamento reflejó la voluntad de que sus bienes fueran destinados a estas cuatro entidades, con el propósito de apoyar el trabajo que desempeñan en favor de las personas necesitadas. Representantes de todos ellos asistieron a la celebración eucarística, en la que también concelebró el párroco de Nuestra Señora de la Encarnación, Jaime González.

Al término de la eucaristía, el director de Cáritas Diocesana de Jaén, Rafael Ramos, agradeció, en nombre de este organismo de la Iglesia de Jaén, la generosidad de Encarnación Mata. «A pesar de que no la conocía, creo que la profunda solidaridad que tenía doña Encarnación venía de su profunda fe cristiana», aseguró. En su intervención, recordó la labor que desempeña Cáritas en favor de los más pobres y necesitados. «Es una misión muy grande. Lamentablemente, en nuestra sociedad hacen falta muchos recursos para llevar a cabo esta labor. Gracias al legado recibido, podremos apoyar a muchas personas», destacó. Concretó que el destino de lo heredado será para los proyectos impulsados desde los programas de Personas Sin Hogar, Mujer y Mayores.

También intervinieron la delegada de Manos Unidas en Jaén, Lola González; el delegado de Unicef en Jaén, José Sánchez, y el padre Miquel Mascaró, presidente de la Fundación Concordia Solidaria y procurador de Misiones Sagrados Corazones. Este último presidió la eucaristía de acción de gracias.

Cada vez son más las personas que deciden prolongar su compromiso solidario con la erradicación de la pobreza y la exclusión, así como promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos, en cumplimiento de la misión institucional como acción de la comunidad cristiana. Son muchas personas, en el ámbito de la confederación de Cáritas Española y, más en concreto, en la Diócesis de Jaén, que han mostrado, a través de su testamento, su voluntad para que sus bienes o parte de ellos permitan, una vez fallecidas, apoyar a las personas en riesgo o en situación de exclusión social.