Marmolejo despide entre lágrimas a su «héroe de lo cotidiano»

Este lunes tendrá lugar la capilla ardiente en el salón de plenos del Ayuntamiento de Marmolejo desde el mediodía. A las 19:00 horas se le impondrá un reconocimiento póstumo y a las 20:00 horas será el sepelio en la iglesia de Nuestra Señora de la Paz del municipio.

Tanto el agente fallecido como su familia son muy conocidos y queridos en Marmolejo, un pueblo «totalmente consternado, aún no nos creemos lo ocurrido», en palabras de su alcalde, Manuel Lozano. El Ayuntamiento propondrá otorgar «a título póstumo la medalla de oro al agente, Juan José Lara Egea».

'Juanjo' para los conocidos y amigos, trabajó en Madrid y en Andújar en Policía Judicial y actualmente se encontraba en Seguridad Ciudadana. Aseguran sus compañeros que era «un gran profesional, preparado y noble». Estaba casado, sin hijos.

Las redes sociales mostraron sus condolencias y dolor por la muerte, con miles de mensajes de apoyo a la familia y ensalzando a uno de «los héroes de lo cotidiano» que cada día arriesgan su vida al salir de servicio, en referencia al agente jienense caído.

Los hechos sucedieron poco antes de las diez de la mañana cuando el 112 y la Policía Nacional recibieron las llamadas de varios vecinos en los que se denunciaba que un hombre con una actitud muy agresiva estaba golpeando con un martillo en la puerta del bloque, situado en la calle Monjas, solicitando que le abrieran la puerta.

Cuando llegó la patrulla de la Policía Nacional, al bajar del coche y acercarse los agentes al hombre, este se abalanzó sobre ellos «portando en una mano el martillo y en la otra una navaja», según detallan fuentes policiales.

Ante la negativa a soltar las armas, al intentar reducirlo, se produjo un forcejeo en el que uno de los agentes resultó herido muy grave, tras ser golpeado en la cabeza y apuñalado en la espalda, y el otro recibió la herida mortal «en la zona alta del abdomen», añaden estas mismas fuentes. La Policía Nacional espera a la autopsia para confirmar la causa de la muerte del agente.

Fue trasladado al Hospital Alto Guadalquivir donde entró en parada cardiorrespiratoria y, pese a los múltiples intentos de reanimación, los profesionales no pudieron salvar su vida.

Su compañero, herido de arma blanca en la espalda y con un traumatismo, tuvo que ser intervenido, aunque ayer al mediodía estaba ya fuera de peligro, «estable», según confirmaron fuentes policiales.

Otra patrulla acudió al lugar y fueron estos agentes quienes, al parecer al negarse el agresor a deshacerse de sus armas blancas, le acabaron abatiendo a tiros. Fallecido en el acto, según ha podido confirmar este periódico, ya había acudido en ocasiones anteriores a la vivienda del vecino al que iba ayer a buscar, amenazándole.

La Policía Nacional continúa investigando todo lo ocurrido.