Agricultores que ayudan en la lucha contra el coronavirus

Y es que muchos de ellos se han ofrecido como voluntarios para desinfectar cada rincón de la provincia, poniendo a disposición también sus coches, tractores, cubas, materiales o equipos. Esto demuestra su grado de compromiso con la tierra jienense, la misma que defendieron en las movilizaciones contra los bajos precios del aceite de oliva y que ahora limpian con sus manos para evitar contagios.

Manuel Alejo, de Noalejo, no dudó ni un segundo. Se puso en contacto con el alcalde y al poco salió con su tractor provisto de un atomizador y una barra. De eso hace ya 15 días. «En Noalejo hay mucha gente dispuesta a hacerlo. Cada uno ayuda con lo que puede y a nosotros no nos supone mucho trabajo, a lo mejor echas dos horas en desinfectar el pueblo. Es un beneficio para todos y con esa intención lo estamos haciendo», apunta. La preocupación por la situación dramática actual sigue ahí, pero Alejo confía en que nos sirva para sacar algo positivo de ella y aprendamos a valorar lo realmente importante en la vida.

Ramón García es uno de los impulsores de esta iniciativa en Cambil. Habló con el alcalde para ofrecer su cuba y mano de obra, comenzaron a organizarse y poco a poco se ha ido sumando más gente hasta llegar a los 38 voluntarios actuales. Esto ha permitido el reparto del trabajo. «Antes terminábamos reventados porque salíamos dos cubas, ahora cinco cubas o tractores, dependiendo de lo que tenga cada uno, y en un par de horas está hecho», explica. A diario recorren el pueblo entero fumigando con cloro. «Puede que incluso hayamos salvado alguna vida sin darnos cuenta», comenta este cambileño, «lo hacemos por ayudar al pueblo y evitar los contagios en la medida de lo posible».

Juan Carlos Sánchez colabora con las tareas de desinfección en Torres, donde todos los días salen cuatro equipos formados por tres personas. «Aquí lo estamos haciendo con herramientas de los agricultores. El alcalde tiene una lista y vamos rotando. Los tractores grandes venimos dos días porque tardamos eso en tirar la cuba, las chiquitillas sí se llenan todos los días», detalla Sánchez. Para ello emplean cloro y este agricultor torreño asegura que no se dejan ningún rincón sin desinfectar. El objetivo es común en los pueblos jienenses: plantarle cara al coronavirus.