Guerra contra la velocidad

Los radares son un instrumento disuasor de primer orden. El jefe provincial de Tráfico de Jaén. Juan Diego Ramírez, explica que actualmente están en funcionamiento 11 cinemómetros en la provincia (diez fijos y uno de tramo). Se trabaja para que ubicación de todos los dispositivos sea óptima. Habrá cambios en los próximos meses. Con la distribución actual hay dos que resultan innecesarios: el de la N-322 en la Estación de Linares Baeza y el de la A-316 a la altura del polígono de Mancha Real. En ambos casos el grueso del tráfico se ha desviado por los nuevos tramos de autovía (A-32 y Autovía del Olivar) y ya no son puntos conflictivos con alta siniestralidad influida por la velocidad.

Uno de los radares que se mueven se instalará en la A-6050 entre Jaén y Los Villares (punto kilométrico 0,9 a la salida de Jaén) y otro puede que vaya en el kilómetro 20 de la A-401 (carretera de Úbeda a Jódar, cerca de esta última localidad), según Tráfico.

«Algo vivo»

«La posibilidad de reubicar los radares siempre está abierta, es algo vivo porque se elige el emplazamiento donde se detecta que hay accidentes causados por la velocidad, estamos siempre buscando emplazamientos idóneos», explica Ramírez.

Puede que no sean los únicos cambios. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, anunció inversiones necesarias para poner 60 radares en toda España. Uno podría acabar en Jaén.

También se tienen ya elegidos varios emplazamientos para la instalación de paneles inteligentes que avisan si alguno de los vehículos que pasan por ese tramo va a más velocidad de lo permitido.

Ramírez indica que los once radares de la provincia no están nunca operativos todos a la vez. Hay más 'casetas' que aparatos. Se trata de que ejerzan un efecto disuasorio y consigan que los conductores frenen. Al mismo tiempo, se mantiene la vigilancia intensiva sobre más de veinte tramos de carretera con los radares móviles de la Guardia Civil.