El artista linarense Miguel Ángel Belinchón 'Belin'. ENRIQUE

El Willy Fog linarense del arte urbano

Miguel Ángel Belinchón cuenta con obras en multitud de países desde Estados Unidos, pasando por Alemania, Israel y hasta en China

JÉSSICA SOTO / J. J. GARCÍA

Linares

Domingo, 6 de febrero 2022, 00:27

Miguel Ángel Belinchón cuenta con obras en multitud de países desde Estados Unidos, pasando por Alemania, Israel y hasta en China. No es muy descabellado ... pensar que, en un futuro no muy lejano, los miles de seguidores de la obra de Miguel Ángel Belinchón, Belin, incluyan en sus recorridos por diferentes países hacer una parada para admirar algunos de sus murales. Si es casi obligado visitar la Torre Eiffel o el Museo del Louvre en la ciudad del Sena, también es más que recomendable dedicar una de las jornadas turísticas para contemplar la obra 'Laurita' con la que Belin demostró, una vez más, su buen hacer en la capital francesa durante el festival de arte Wall Street en 2019. (Por cierto, la obra se encuentra en la calle Paul Sabatier). Esta es una de las que tiene en la Ciudad de la Luz, uno de sus destinos preferidos.

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Primer destino

Decidió traspasar fronteras hace algunos años y fue Alemania el primer país extranjero que confió en su arte urbano. De hecho, a día de hoy, la lista de los que lucen algunas de sus obras ha crecido considerablemente: Inglaterra, Italia, Israel, Croacia, Suecia, Colombia, Méjico, Puerto Rico, Estados Unidos, China, las mencionadas Francia y Alemania, entre otros. «Los países que más han apostado por mí son varios. Hay países en los que he pintado solo una vez; y otros, hasta siete. Recuerdo que en Los Ángeles (California, Estados Unidos) tuve la oportunidad de pintar un mural grande en 2008, otro en 2009, otro en 2010 y otro en 2013. Hubo uno que tuvo bastante repercusión e incluso salió en la televisión estadounidense y luego llegó a España también por un programa de tatuajes conocido como L.A. Ink», comenta Belin.

El linarense puede presumir de ser un artista reconocido también en otra de las cunas del arte urbano: el Bronx. El barrio neoyorkino se expresa a través de los grafitis que adornan sus calles y no es, precisamente, uno de los más pacíficos de la urbe estadounidense. Sin embargo, Belin resta importancia a la fama que tiene esta zona de Nueva York y confiesa el cariño que recibe en todos los sitios a los que acude a trabajar. «He pintado en el Bronx varias veces y tengo amigos. Puedo pasear por allí, pero tampoco como si todo el mundo me conociese. Es un barrio normal y hay de todo, como en cualquier barrio del mundo. Sí te puedo decir que me conoce mucha gente y me ha ocurrido estar paseando por Bronx o Méjico y que me saluden, que me pidan tomarse una foto conmigo o que me llame la atención un tío por Dinamarca estando en Los Ángeles o cuando voy por Madrid… yo casi siempre voy tranquilo por donde voy», declara el linarense.

Respeto por el arte urbano

Por su experiencia y después de haber viajado con sus espráis por medio mundo (y lo que le queda), reflexiona acerca de cómo sus obras son recibidas y conservadas. En este sentido, y aunque su firma está en muchas paredes del país, aún queda mucho camino por recorrer. «Creo que en otros países fuera de España, mi obra se ha tratado de mejor manera. Pero también te puedo decir que en El Puerto de la Cruz (Tenerife) me pusieron una placa debajo de un mural que hice. También me pusieron otra placa en París donde pinté un mural y decía que era Belin, de dónde era y el título de la obra. El respeto se suele tener más fuera que aquí en España porque estamos unos pocos años atrás en cuanto al arte urbano o el grafiti, pero cuando haces algo bueno en cualquier sitio del mundo lo respetan y la gente lo admira. No importa el país que sea. Si haces una cosa bien hecha, la gente lo respeta y lo cuida», explica el artista.

Otro concepto

Así lo entienden en Salem (Massachusetts, Estados Unidos) donde está otra de las obras de las que más presume y que está en consonancia con el estilo postneocubismo, del que hace gala. Sin embargo, el corazón ahora lo tiene dividido entre los murales que sigue pintando y el resto de obras, entre ellas esculturas, con las que quiere ir más allá. Y es que, si algo bueno ha tenido la pandemia es que, al no haber podido viajar en este tiempo, se ha centrado en crear desde Linares para el mundo. «La pandemia evitó que yo pudiera viajar para hacer diferentes murales y participar en distintos proyectos, pero también he trabajado mucho en el estudio y he preparado obras que he mandado a muchas galerías del mundo como a Bangkok (Tailandia), París, Nueva York, etc. El trabajo en este tiempo ha sido el mismo e, incluso he tenido más, porque no he parado ya que cuando he estado en el extranjero no podía pintar cuando estaba viajando y, sin embargo, en Linares sí he podido trabajar todos los días. He podido desarrollar varias colecciones y esculturas de las que estoy muy contento y con las que puedo seguir encontrando otros caminos para seguir creando cosas nuevas», sostiene Belin.

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El linarense nunca olvida sus raíces ni de donde viene por lo que no es necesario viajar para admirar su arte. Sus inicios y muchas de sus obras se encuentran en Linares y colabora activamente para impulsar a nuevos artistas locales, mejorar la presencia y difusión del arte desde el espacio 'Rampa', del que es su director creativo y fundador.

'Los Viajes de Belin 2.0', segundo libro

'Los Viajes de Belin 2.0' es el título del segundo libro publicado por el artista urbano linarense Miguel Ángel Belinchón. Una obra que viene a darle continuidad al proyecto iniciado en el año 2013 y con el que Belin quería crear una obra impresa que recogiera todos aquellos momentos especiales, lugares, olores, culturas, colores y sabores que, al final, se han convertido en partes esenciales de su arte.

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«Ahí surgió la idea, pero se convirtió en algo más, en un regalo, en un homenaje para todas las personas que me han acompañado durante estos viajes. Cada momento con esta gente me ha dado conocimiento sobre el color y el arte, lo que me hace ser quien soy, Belin. Con este libro quiero continuar aquella primera parte que para mí fue tan bonita, como juguete, un tesoro», señaló el autor.

El segundo libro de Belin presenta un formato más amplio que el primero y en su portada, diseñada por el propio artista, aparece él mismo «pintando en la luna». «Me representa a mí, lo que tengo dentro, el niño que no se pierde y que siempre está en permanente creación. En este libro todas las personas que aparecen son muy importantes para mí: grafiteros, artistas, amigos, familias», agregó.

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'Los Viajes de Belin 2.0' es un proyecto que nace bajo la iniciativa 'Rampa', de la que es artífice el propio Belin junto a la artista mejicana Ana Karina Cruz. De hecho, el acto de presentación de esta obra y la posterior firma de ejemplares tuvo lugar en el nuevo espacio creativo y expositivo creado por ambos.

«Con este libro quiero homenajear a todas las personas que he ido conociendo a lo largo de mis años en este mundo del arte, personas con las que he podido conversar, compartir, aprender y convivir», señaló Miguel Ángel Belinchón. El libro se nutre de numerosas fotografías, las cuales son el fiel reflejo de las experiencias de este gran artista.

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