400 kilos de basura son recogidos en el entorno del Pozo de San Vicente
Unas veinte personas voluntarias participan en la última batida de limpieza de 'Linares se pone en verde' en el patrimonio minero local
JUAN JOSÉ GARCÍA
Linares
Miércoles, 30 de septiembre 2020, 09:40
Voluntarios del movimiento ciudadano 'Linares se pone en verde' volvieron a realizar este fin de semana una batida de limpieza voluntaria, en el sendero que ... conecta el Santuario de la Virgen de Linarejos con la Mina de El Mimbre, con el firme propósito de terminar aquello que se quedó pendiente de concluir la semana anterior. Es decir, continuar retirando toda aquella basura y restos de todo tipo que se encontraban acumulados en plena vía verde, en el entorno de un punto tan emblemáticos del patrimonio minero linarense como es el Pozo de San Vicente.
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El resultado obtenido en esta última salida fue muy similar a expediciones anteriores: fueron recogidos alrededor de 400 kilos de desechos que afean y degradan el paisaje natural más cercano al casco urbano. Al respecto, desde el colectivo 'Linares se pone en verde' lamentaron, de nuevo, el estado que presentan las zonas rurales en lo que se refiere a acumulación de basura y falta de cuidado, limpieza y mantenimiento.
«En Linares llevamos mucho tiempo escuchando que la puesta en valor de nuestro patrimonio minero es una de las líneas estratégicas más importantes para el desarrollo de nuestro municipio, y no podemos estar más de acuerdo, ya que se trata de un paisaje con unas peculiaridades únicas que merece ser cuidado y respetado. Pero nada más lejos de la realidad. Nos avergüenza comprobar cómo estos parajes se vienen utilizando para realizar botellones fuera del alcance de la vigilancia de las autoridades, para arrojar el mobiliario que ya no nos sirve y el escombro de las obras que realizamos en nuestras propiedades, incluso como cementerio improvisado para nuestras mascotas», denunciaron desde 'Linares se pone en verde'.
El colectivo ecologista dijo que «es muy doloroso comprobar la falta de respeto por lugares tan emblemáticos como el Pozo de San Vicente, donde son numerosos los rastros de actos vandálicos y de daños a los elementos de seguridad instalados para evitar las caídas».
«De nuevo tenemos que constatar que nos empeñamos en hacer las cosas al revés y, lo que podría ser un atractivo turístico que diera un impulso a nuestra maltrecha economía, se está convirtiendo de manera inexorable en un vertedero. A pesar de que experimentamos una gran satisfacción por el trabajo realizado, siempre nos queda el sabor amargo de la certeza de que hemos abandonado a su suerte los vestigios de nuestra historia, a nuestro patrimonio minero», sentenciaron desde el colectivo linarense.
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