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Recorrido por la Granada okupada

Edificios vacíos de Albaicín, Realejo o Centro llevan siendo okupados y desalojados desde hace décadas

Domingo, 8 de junio 2025, 00:41

El lunes muchos granadinos se vieron sorprendidos por el denso humo que salía de detrás de la iglesia de Santa Ana. Ardía un edificio okupado. Los únicos a los que el suceso no pilló de improviso fue a los vecinos. Conocían la situación del inmueble. Era el tercer fuego en el bloque desde 2013. Había cambiado de propietarios, pedido licencia de rehabilitación que no se llegó a hacer efectiva por la okupación, se habían abierto varios expedientes y había entrado en el catálogo de edificios ruinosos en 2023. Poco queda de esa casa. Pero lo ocurrido no es ni único ni nuevo. La okupación de edificios abandonados y los incendios en los mismos se ha repetido en las últimas décadas. Muchos de ellos no tenían dueños conocidos y estaban en estado ruinoso. Algunos han sido desalojados y reokupados. Los vecinos del Albaicín o el Realejo llevan mostrando su malestar años e incluso organizándose para vigilar las casas vacías.

Echando un vistazo a la hemeroteca, los titulares se repiten. Incendios en edificios okupados, quejas, sensación de inseguridad, desalojos y vuelta a okupar. La historia viene de finales del siglo XX. Y a estas alturas, los okupas siguen viendo en Granada un lugar ideal en el que asentarse, saltando muchas veces de un edificio a otro. Es complicado hacer un mapa exacto, porque es una realidad que se mueve día a día. Pero sí que hay puntos que podrían llamarse 'emblemáticos' para la okupación. IDEAL ha analizado las actas de las juntas de distrito desde enero de 2024 y hablado con los vecinos para elaborar su propio mapa.

La casa del aire

«En el barrio, cuando oímos incendio, sentimos pánico». Lo dice Marga Marín, presidenta de la asociación de vecinos del Albaicín, uno de los barrios históricamente más afectados por el fenómeno. Explica que el acceso a estas calles es más complicado. Los propios residentes vigilan atentos para avisar en cuanto ven merodeando a alguna persona que les parece sospechosa y avisar a la Policía. Luego proceden, según el caso. Lo llevan a las juntas de distrito, donde mensualmente hablan con responsables del Ayuntamiento, contactan con los propietarios, si saben quienes son, o abren un expediente en Urbanismo, una vía que reconocen que es larga pero que les sirvió, por ejemplo, para que se tapiara la Casa del Aire, uno de los inmubles históricamente okupados en la ciudad. En la Casa del Aire el fuego fue protagonista varias veces. En 2017 ardió tres veces. No se tapió hasta 2022.

Calle Santiago

Otro clásico de la okupación es el inmueble que hay en la esquina entre la calle Santiago y el callejón del Señor. Sólo en 2024, los vecinos del Realejo llevaron el asunto hasta en cinco ocasiones a la junta de distrito. Reiteran que en este punto hay una casa okupada «dedicándose al trapicheo de droga». Afirman que hace un par de meses, volvieron a poner el asunto sobre la mesa. Pero el tema viene de atrás. Los primeros okupas aparecieron en 2020. Se desalojó y hace un par de años se volvió a okupar. Si se da un paseo por la zona se comprueban varias cosas. Que la vivienda está muy deteriorada: con colchones y somieres ocupando el hueco de ventanas que un día existieron. Que aunque parezca mentira, está habitada: en los balcones hay macetas vivas, que alguien riega, y cables que parecen salir de una farola. Y que en algún momento se empezó una obra que no se terminó. Esto último ocurrió en el 2000. Parte del bloque se quedó a medias. Y ahora un cartel de una inmobiliaria cuelga junto al jardin que han puesto los vecinos en la pared.

Calle Concepción

El vocal de la asociación de vecinos del Realjo Juan Ruz asegura que están vigilantes. Recuerda los problemas que sufrieron en la calle Concepción. Hay un titular de 2022 que habla por si sólo: diez actuaciones en un año en edificios okupados en esta vía. La situación se volvió insostenible y no quieren que se repita. Por eso llevan una y otra vez a las reuniones municipales el caso de la calle Santiajo y se organizan para vigilar que nadie se cuele en otras casas.

Atarazana del Santísimo

Hay más zonas que sufren situaciones similares. También en el Centro histórico. En la calle Atarazana del Santísimo, hay un edificio que los vecinos también han llevado en varias ocasiones a las reuniones con el Consistorio y que ha copado titulares en este periódico. En esa vivienda residían, por ejemplo, algunos de los detenidos por robos violentos en febrero de 2025. Su estado no es aparentemente ruinoso, pero sí un agujero en la puerta de entrada.

Cuesta Granados

Carlos Yagüe, también representante de vecinos del Albaicín, apunta otro inmueble que ha sido okupado y desokupado más de una vez. Está en la Cuesta Granados. Ha sido desalojado dos veces, según este vecino, y ahora vuelve a haber okupas. Está deteriorado. Cerca, en la calle Álamo del Marqués han logrado desalojar otro.

Yagüe recalca que desde los años 90 están enfrentándose a este problema. «Vamos a proponer hacer un censo de casas okupadas», indica. Quiere que sea conjunto con el Centro histórico, el Realejo y Sacromonte.

Azacayas

El último gran desalojo se produjo hace unas semanas, en la calle Azacayas. Después de meses de idas y venidas, la Policía logró que los ocupantes dejaran el inmueble. También había pasado por junta de distrito. Ahora habrá que ver si como ha ocurrido en otros, hay reokupación.

Incendios. En 2001 se produjeron seis incendios en edificios okupados en el centro en sólo una semana. Desalojos. Cientos de personas sacadas de inmuebles donde vivían de forma ilegal año tras año, que van de un lugar a otro en busca de su nueva morada. Quejas. Vecinos pidiendo una y otra vez que se tapien casas, se desaloje a persones y se ataje el problema. Fiestas. En la calle Molinos, en 2022, los residentes de la zona denunciaban una de 12 horas, y unas semanas después los okupas montaban la juerga en otro local. E incluso algún fallecido. En 2009 moría una persona en casa okupada en la calle San Juan de los Reyes.

La historia de la okupación en Granada es larga. El penúltimo capítulo ha sido el incendio del edificio de Santa Ana. Cientos de titulares han contado a lo largo de estos años en IDEAL todas las caras de un fenónmeno que se inició en el siglo XX, que tenía un componente de revindicación, pero que se ha acabado mezclando con otras cosas: delincuencia, venta y consumo de drogas, precariedad, indigencia y una larga lista de situaciones personales y colectivas. La Granada okupada se sigue escribiendo.

Créditos

  • Texto Rebeca Alcántara

  • Infografía Juanjo Cerero

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