Laura Bueno: «He sufrido mucho, pero quiero ir a otros Juegos»
Lesionada ·
La velocista sigue inmersa en la rehabilitación postoperatoria de su fascia plantar tras dejar atrás serios percances de todo tipoLaura Bueno será una de las grandes ausencias sobre la pista del Campeonato de España absoluto de Nerja, aunque asistirá invitada por la Federación para seguir la competición desde la zona VIP del estadio. Llevaba tres años corriendo con dolor, algo que no le impidió ser olímpica, hasta que en el pasado Mundial de Belgrado decidió que no podía más y que debía operarse de la fascitis plantar que arrastraba en el pie izquierdo. Intervenida en abril por el doctor David López Capapé en Madrid, asumió que se perdería todas las grandes citas europea y mundial al aire libre en los meses siguientes, ya clasificada con los relevos femenino y mixto; lo que no imaginaba, sin embargo, era que aquel calvario no terminaría ni mucho menos en aquel quirófano sino que aún le deparaba la peor noche de su vida entre otros momentos de sufrimiento. No correrá en Nerja, pero Laura Bueno empieza a ver la luz y ya apunta a agosto para echar a correr por 'su' parque Federico García Lorca.
«Sabía que algo tenía que cambiar, y que o me quedaba en la cama llorando o seguía hacia adelante como he hecho. De momento todo me ha ido a peor, pero es que quiero volver a ser la mejor e ir a unos segundos Juegos Olímpicos», remarca Laura Bueno, ya con la mira en París 2024. Esa fue la motivación que le guio en los momentos más oscuros. «La operación duró dos horas, porque el pie estaba bastante deteriorado y apenas había fascia; pasé doce días escayolada. La noche me quitaron los puntos, la herida empezó a sangrar y vi que estaba abierta de par en par. Me eché a tembar, me fui a Urgencias y una enfermera, Eva, no quiso volver a coserme porque decía que ahí había algo más. Vino un cirujano plástico, Oriol, y vio que efectivamente había coágulos de sangre dentro», relata la velocista que entrena Jesús Montiel.
«Sufrí muchísimo, lo pasé fatal», reconoce mientras le tiembla la voz. Le limpiaron la zona, le injertaron un pedazo de su propia piel y pudo dormir en su cama. Cuando a los pocos días inició la rehabilitación con su fisioterapeuta Rafa Ortega, de FisioSalud Élite, una clínica de Peligros, empezó a sentir un dolor por toda la pierna. Un dolor insoportable. Volvió a Urgencias y le detectaron un trombo venoso en la sural. «No me lo podía creer y me asusté muchísimo, porque me dijeron que hasta podía haber muerto. Me pusieron un tratamiento con anticoagulantes de tres a seis meses y tuve que aprender a pincharme heparina sola», apunta Laura Bueno.
Por fortuna, todo ha ido a mejor desde entonces, aunque toque madera. «Me dijeron que podría hacer vida normal e incluso deporte hasta que mi cuerpo me frenase; temía lo peor, pero las molestias han ido remitiendo y ya no me duele. De hecho, espero dejar el tratamiento después de haber reducido ya la dosis tan alta con la que empecé», comparte. Laura Bueno vuelve a pensar en atletismo ya. «Esto es un proceso largo y no quiero agilizar nada porque lo que quiero es curarme bien después de lo mal que lo he pasado y rendir al 100% luego, pero estoy ultimándolo. Si todo va bien, pronto estaré haciendo kilómetros para limpiar la carbonilla y espero competir en la próxima pista cubierta», desea.
Ya tiene decidido que a su vuelta dejará los 400 metros lisos, de la que fue reina nacional siempre que estuvo bien, para cambiarse al 800. «No requiere tanta explosividad y sí más base, por lo que me tocará hacer muchos kilómetros y mucho trabajo aeróbico, pero todo es acostumbrarse», refleja Laura Bueno. «Tengo tantas ganas de volver a correr que haría diez kilómetros si me lo pidieran», asegura, entretenida hasta entonces con el Fortnite de la PlayStation y las oposiciones a Policía Nacional que espera preparar desde septiembre.
Laura Bueno vivió un momento muy emocionante la semana pasada, cuando volvió al Estadio de la Juventud en el que solía entrenar varios meses después. «Me puse muy nerviosa, porque todos me miraron y me hicieron palmas para alabarme. Me dijeron que me habían echado de menos, porque soy la alegría de la huerta y siempre voy con una sonrisa, y me preguntaron cómo estaba. Cuando les conté todo lo que me había pasado, se quedaron impresionados y me dijeron que era un ejemplo para todos», se congratula.
Equipo de trabajo
A su lado, además de su entrenador Jesús Montiel, se encuentran los responsables de FisioSalud Élite, el fisioterapeuta Rafa Ortega y el preparaor físico Dani Aguilar, así como el nutricionista Roberto Oliver, el psicólogo Juanma Guiote, el podólogo José Antonio Guarnido y el médico David López Capapé, responsable de su intervención. Menos este último, todos son granadinos. «Trabajamos en equipo y desde la comunicación», destaca Rafa Ortega mientras trabaja sobre la cicatriz que ha dejado la operación sobre la planta del pie izquierdo de Laura Bueno.
«Ahora mismo hacemos un trabajo triple con ella. Preparamos la estructura rota operada para intentar que recupere las propiedades mecánicas que debe tener este tejido de cara a la exigencia de alta competición, además de rebajar el dolor y la inflamación, y después trabajamos todas las variables que conlleva que Laura, que corre con las dos piernas, haya roto la fascia de la izquierda con los niveles de fuerza, movilidad y rango de movimiento perdidos tras la operación con tal de que vuelva a la competición con las mayores garantías posibles y cuanto antes, ya que para una velocista se trata de una lesión seria, grave», explica Rafa Ortega. «La tercera parte tiene que ver con el proceso psicológico para que entienda las fases que guían la rehabilitación para entender las señales de dolor, porque no es algo gradual sino una montaña rusa con subidas y bajadas, y es importante que sepa monitorizarlo para que luego no aparezcan la ansiedad ni el estrés», agrega.
Rafa Ortega, que ha trabajado con deportistas de élite como a los baloncestistas Pablo Aguilar y Pedro Llompart, el futbolista Julián Cuesta, el tenista Roberto Carballés o los atletas Arián Téllez y Saúl Martínez, apunta dos razones para ser optimista con respecto a la recuperación de Laura Bueno, a la que trata desde 2019: «Una viene de serie, que es su genética, porque tiene un chasis brutal por las propiedades mecánicas de sus tejidos con niveles de fuerza para los que a veces el cuerpo de la mujer no está preparado y que, aunque es su seña de identidad y lo que le hace estar por encima del resto, puede trabajar si no se trabaja bien el punto de unión entre el músculo y el hueso en el tendón o la fascia; y luego, su tenacidad, porque tiene una gran capacidad emocional y personalidad», destaca el fisioterapeuta. «Entendiendo que el deporte de alto rendimiento no es saludable, se asume ese peaje y procuramos que esté lo mejor posible para competir. Ha tenido de todo y hemos ido haciendo encaje de bolillos», reconoce.
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