Sergio Mullor inicia una nueva y ambiciosa etapa en Hungría

Mullor destacó que el respaldo está siendo total y que «Hungría es un país que me acogió de forma extraordinaria desde un principio, me lo pasé muy bien los cuatro años que estuve como entrenador de clubes hasta que me encontré con la sorpresa de que me llamase la Federación y luego una segunda sorpresa que es que me ofreciesen la renovación cuando aún quedaba un año más de contrato».

La clave, indicó el entrenador almeriense, está en «una creencia de que los procesos son muy importantes en el mundo del deporte, creen en el proyecto y en la intención de crecer en base a sentar precedentes desde abajo». La base es «gente muy joven», por lo que Mullor «en una de las primeras reuniones que tuve con la junta directiva de Federación Húngara les dije que necesitaba tiempo para crecer, ellos están convencidos». Esta etapa le está llegando en plena madurez, y es que «ya había tenido la oportunidad de salir antes de España, a Qatar, la primera vez que salí lo hice pensando en volver lo antes posible y ahora ya creo que en el extranjero se puede vivir igual de bien que en España, hay algunas cosas que no tienes, pero los dos proyectos que he tenido en Hungría han sido porque me han llamado, me han querido».

Sergio Mullor no tiene dudas de que van a ir de la mano para dar ese salto de calidad durante el próximo lustro a la selección húngara, ya que «saben el trabajo que he estado haciendo allí y no hay mayor alegría que el que te llamen por lo que eres, no por el nombre que tengas o solo por ser español». El almeriense admitió que «no somos una potencia del fútbol sala, la última Eurocopa en la que participó fue en Serbia en 2008. Sí que es cierto que contamos con una Liga que está creciendo, está habiendo cierto nivel de profesionalismo y hay que intentar acercarse a otros deportes como el balonmano o la natación que sí que tienen un liderazgo mundial».

En lo personal, esta renovación también va a permitir a Mullor una mayor estabilidad, de forma que dejará de residir en la Ciudad Deportiva de la Federación Húngara de Fútbol y desplazará a su familia hasta el país magiar, donde ya vivieron en su etapa en clubes. El entrenador apuntó que «mi hija habla perfectamente húngaro, ha conseguido lo que no he conseguido yo con el idioma, mantiene sus amistades desde hace tres años y ha seguido practicando esta lengua».