Mario García y José Joaquín Cañadas, bronce en el Europeo sub-18

Con anterioridad, el equipo español consiguió imponerse a los combinados nacionales de Países Bajos y Bélgica y perdió el último partido de la fase de grupos frente a la selección de Francia, lo que hizo entrar en el cuadro de semifinales buscando el pase a la final frente a la potente Italia, en un partido bastante equilibrado que terminó con victoria del conjunto transalpino, que acabó llevándose la victoria en cinco sets.

Ideas claras

En el tercer y cuarto puesto, el equipo español arrancó el partido con las ideas claras, logrando una ventaja inicial de hasta cinco puntos gracias a un trabajo impecable desde la línea de saque que complicaba la recepción alemana. Los jóvenes españoles fueron capaces de mantener esa diferencia en el marcador para adueñarse del primer set (25-20).

El segundo acto comenzó más igualado. Alemania, que comenzaba a despertar en el tramo final del set anterior, aumentó la intensidad en ataque, apretando al combinado dirigido por Fredinson Mosquera. Sin embargo, España volvía a tomar las riendas del juego, distanciándose en el marcador, siendo superiores a sus rivales en todas las facetas del juego. El grupo que dirige Fredinson Mosquera ponía el 2-0 en el electrónico (25-16).

Empezaba el tercer set en Frankfurt, con España manteniendo la misma energía que hasta entonces, obligando al conjunto alemán, que jugaba en casa, a parar el partido con el 5-1 en el marcador. Los españoles, especialmente efectivos en el ataque, liderados por César Irache, que fue el máximo anotador del encuentro, y convencidos de conseguir la medalla de bronce, mantuvieron el mismo nivel de juego, frenando al equipo local, sentenciando el set, el partido y el torneo con un 25-17 y un merecido bronce colgado al cuello.