La final más 'compartida' entre Unicaja Almería y afición ya está aquí

Elogió «a un gran club como es Melilla» por la «excelente organización en la primera parte de la final», con gratitud por «el trato dispensado y la acogida». En lo deportivo, «dos partidos fuera y sendas victorias, así que no podemos estar más contentos», pero con el añadido de «no podemos bajar los brazos, somos conscientes de que el trabajo no se ha terminado, falta el último peldaño y no nos podemos descuidar», textualmente. Eso sí, «lo bueno es que el equipo está súper motivado, muy concentrado y se trata de confirmar lo que se ha visto allí, que se han recuperado esas buenas sensaciones que llevábamos a lo largo de la temporada». Como no, realizó el «llamamiento a la afición» para que el sábado llene Moisés Ruiz. «Que entre todos abracemos esa posibilidad de lograr la duodécima liga». Dejó claro que es más necesario que nunca contar con su apoyo.

Quiere que este proyecto sea el que lance el de la próxima temporada, en el que se está trabajando para que sea «muy ambicioso» y con el que «el club de nuevo compita por todo en buena armonía, como este año, competitivo también en Europa, porque ese es uno de los grandes objetivos, volver a competición europea, y se va a conseguir con el apoyo de las instituciones, el patrocinador principal, Unicaja Banco, y las empresas». Entre todos «saldrá adelante», mostrándose tan seguro de ello hasta el punto de que expresó su «confianza e ilusión, y muchas ganas de seguir paseando el nombre de Almería por toda España y por Europa». La dinámica de la entidad ahorradora es la de afrontar un nuevo crecimiento y las bases idóneas serían la consecución del título de la Superliga.

Manolo Berenguel confirmó las buenas sensaciones a las que hizo mención el presidente. «Me di cuenta desde el principio de que este equipo enamoraba por su forma de juego». El nijareño realizó un repaso por la trayectoria de un equipo que «tiene muchísimo potencial», incluidas las adversidades padecidas, incluso en la Copa del Rey, que «no es una referencia». Lo que se ha logrado desde finales de febrero ha sido «recomponernos», reconoció y no solo eso. «No hemos retomado el juego, lo hemos mejorado, está un escaloncito por encima y eso el equipo lo percibe y es una motivación extra y llegamos en una condiciones espectaculares, pero es un arma de doble filo, porque Melilla vendrá suelto, a jugar, y si le salen las cosas… mucha calma y a trabajarlo como el primero».

En cuartos de final se empezó a ver algo mejor, luego dudas con Guaguas por su mejoría, siendo un escollo importante para llegar a la final, con la clave en los dos equipos de casa y dejando «un volumen de trabajo espectacular». Lo que está demostrando en la final es el fruto de ello, pero «hay que ser muy cautos, porque Melilla tiene un potencial con el que puede ganar los dos partidos en el Moisés Ruiz», si bien «para ganarnos en casa, si este Unicaja Costa de Almería sigue así, muy bien tienen que jugar para conseguirlo». Además «el equipo está motivado al cien por cien, con muchísimas ganas de levantar el título» y la mayor alegría de Manolo Berenguel sería «por los jugadores, después de echar la vista atrás, porque realmente son los que se lo merecen».

Marlon Palharini, capitán blanquiverde, un club al que llegó tras militar en Melilla, recogió los mensajes previos para confirmar que «las sensaciones son muy buenas, el equipo está en un momento de juego excelente y ha recuperado su buen voley». El capitán lo comparó con «las sensaciones que nos hicieron jugar tan bien en la fase regular», así que la misión común es «aprovechar este momento y que le hemos dado la vuelta a la eliminatoria», en referencia a recuperar el factor cancha, tras la primera y segunda victorias en el Javier Imbroda melillense. «Si a mí hubieran preguntado a principio de temporada si lo quería o no, habría dicho que sí». Los jugadores están «en un momento de unión muy grande, el vestuario está muy, muy comprometido, todos deseamos ese título y somos conscientes de lo importante que es para el club y para nuestra afición».

Como expresaron presidente y entrenador, también el hispano-brasileñó apuntó que Melilla Sport Capital «es un equipo muy peligroso y seguro que no se da por vencido», así que «el principal objetivo es jugar bien, pensar en nosotros y nuestro voley y, si podemos, levantar el título el sábado, y si no el domingo».

Berenguel, que dijo estar encantando con el rendimiento de la plantilla, avisó de que toca «aislarse de lo que rodea el partido» y apeló a «una gran capacidad de concentración que tiene este equipo». Para el técnico, esa es la clave, la ha sido en Melilla y lo será este sábado para no tener que llegar al domingo y, ni mucho menos, volver a la ciudad autónoma. «Cuando jugamos así es muy difícil que nos ganen, porque tenemos mucha calidad dentro y fuera del campo». El título está en «la actitud».