España y Rumanía se juegan en Almería sus opciones de estar en el Eurobasket

Es una selección española en plena transición, pero a la vez obligada a no fallar en su cita con la máxima competición continental, todo lo que no sea lograr el billete sería un golpe muy duro en el arranque de esta nueva etapa. El comienzo ha sido positivo, con un triunfo el pasado jueves ante Hungría, considerada el rival más potente del grupo y con varias jugadoras jóvenes de gran potencial que, precisamente, ha desembarcado en la competición española como trampolín hacia Ligas de más fuste. En el otro partido del grupo, el rival de hoy, Rumanía, hizo valer la lógica y se impuso a Islandia, lo que le permite llegar igualada con España a esta cita y con la intención de dar la sorpresa y tratar de poner emoción en el grupo.

La selección española que van a poder disfrutar los aficionados que se acerquen hoy al recinto deportivo de La Vega de Acá presenta grandes novedades, no solo en el banquillo, donde la abrupta salida de Lucas Mondelo, el técnico que ha conseguido más medallas con la selección nacional, ha sido cubierta con un perfil muy similar, un Miguel Méndez que cuenta con experiencia en el primer nivel europeo de clubes y que pretende cimentar el nuevo proyecto sobre jóvenes talentosas como Raquel Carrera y la 'cañonera' Alba Torrens, llamada a seguir siendo el referente ofensivo y que con sus lanzamientos exteriores facilitó ese primer triunfo en Hungría.

Méndez afronta con ilusión este ciclo y destacó que «quiero tratar de construir un equipo que pueda darnos otro ciclo exitoso». El vigués admitió que «siempre se produce una renovación de forma paulatina, pero en este caso se tiene que hacer con respecto a las siete, ocho principales jugadoras del equipo, el quinteto titular y las primeras rotaciones están cambiándose y todos los roles adelantándose».

Antes de la única sesión que se celebró ayer en el Palacio de los Juegos Mediterráneos, analizó también el partido y el nuevo ciclo para la selección una Alba Torrens que indicó que «sabíamos de la importancia de esta ventana que es clasificatoria para estar donde queremos estar, sabemos también que son pocos entrenamientos y que hay muy poco tiempo para preparar los encuentros, pero para nosotras no puede ser excusa».

La jugadora balear apuntó, de igual forma, que «estamos en el proceso, éramos conscientes de la importancia de ganar en Hungría, también vamos a salir a ganar ante Rumanía que son rivales complicados, pero que entendemos lo importantes que son estas victorias para estar más cerca del objetivo».

Siendo una de las jugadoras que se mantiene desde la anterior etapa, Torrens destacó que «veo que hay ilusión en el grupo y estamos contentas de estar en Almería porque hemos escuchado del ambiente que va a haber en el Palacio de los Juegos Mediterráneos. Es verdad que como jugadoras para nosotras es un placer y un honor el poder disfrutar de momentos como este, la conexión con la afición es una de las partes más bonitas y gratificantes que tiene este deporte. Por nuestra parte, hay un compromiso de ofrecer nuestra mejor versión en la pista y competir al máximo nivel que podamos. Hay que tener en cuenta que es una nueva etapa la que estamos empezando y es muy motivante para todos».

La selección rumana no es habitual en las grandes citas, aunque ha ido mejorando significativamente su nivel en los últimos años y ya parece más cerca de poder disfrutar de una fase final. Para intentar alcanzar ese objetivo, se está realizando, al igual que en España, un relevo generacional con varias jugadoras que se han incorporado al combinado nacional coincidiendo con esta fase. Es el caso de Sonia Cazacu y de Stefania Catinean, ambas de 20 años, y sobre todo de Anisia Croitoru que con 18 años parece llamada a liderar durante mucho tiempo al equipo por su calidad individual y su facilidad para anotar desde fuera.

Las sensaciones en su primer partido, ante una Islandia que apunta a la última posición en el grupo, no fueron las mejores pese a conseguir el triunfo, ya que durante buena parte del partido no demostró su favoritismo y sufrió para acabar dando la vuelta al resultado en el último y definitivo cuarto y cuando los aficionados que llenaron las gradas CSU Simona Halep de Constanta comenzaban a silbar el juego de su equipo. Pese a que se trata de un rival que no debe dar problemas a España, Rumanía es un conjunto con buenas individualidades y que puede resolver tanto desde fuera como en el interior. Su jugadora de referencia es Nicolette Orban que lidera las estadísticas en prácticamente todas las facetas del juego y que comenzó esta fase clasificatoria haciendo mucho daño a las islandesas con 19 puntos y 18 rebotes.

La Federación Española de Baloncesto confía en que la grada juegue un papel clave esta tarde y la venta de entradas hace vaticinar el lleno en el Palacio de los Juegos Mediterráneos. Nada más conocerse esta histórica visita de la selección, en cuestión de horas, se vendieron buena parte de las localidades, mientras que el empujón final de las últimas horas será clave para que no se vea ningún hueco libre en la grada. En este sentido, desde la FEB se apuntó a la importancia del factor cancha, y es que en este grupo tanto Hungría como la propia Rumanía van a contar con ambientes electrizantes en sus partidos como local.

Ya lo sufrieron las jugadoras españolas el pasado jueves, con unos seguidores magiares que no pararon de animar en ningún momento y que metieron mucha presión al final.