Berenguel quiere que Unicaja Costa de Almería haga 'borrón y cuenta nueva'
El técnico blanquiverde hace autocrítica, pero confía en el equipo porque «somos capaces de darle la vuelta a todo esto y que 2023 puede llegar con éxitos»
Juanjo Aguilera
Almería
Martes, 20 de diciembre 2022, 00:37
Manolo Berenguel hizo balance de este principio de temporada, desarrollado de un modo 'sui generis', con muchas derrotas 'inesperadas' que el técnico de Unicaja Costa ... de Almería achaca a un tema más anímico, que técnico o físico. Por ese motivo, la persona que más años lleva en el club, siendo partícipe en la gran mayoría de los 1.001 partidos jugados por los blanquiverdes en la máxima categoría del voleibol nacional, pidió a los suyos un ejercicio mental para borrar tantas y tan malas sensaciones continuadas. «Hay que cambiar muchas cosas porque es un equipo que, con lo que tenemos, podemos estar arriba y tenemos que creérnoslo. Ahora tenemos unas vacaciones un poquito más largas de lo normal porque mentalmente nos va a venir bien. Es una de las asignaturas más pendientes que tenemos, pero es el tema de la actitud y la mentalidad».
Y es que a la vuelta de vacaciones, el conjunto ahorrador tendrá tres partidos de nivel frente a Léleman Valencia y Melilla, a domicilio, con partido en casa frente a Río Duero Soria, válidos para mirar a la Copa del Rey en la que precisamente deberá jugar frente al cuadro castellano-leonés. «Lo que queremos es aprovechar esos enfrentamientos de principio año para llegar a la Copa del Rey lo mejor posible», aseguró.
Otro cariz
Manolo Berenguel analizó lo que ha sido la temporada hasta el pasado sábado, cerrándolo ante Rotogal Boiro, un partido en el que consideró que «hubo muchas cosas en el partido que me gustaron mucho, destellos de cosas que deberíamos de hacer contra equipos más grandes, con todos mis respetos para Boiro». Alabó la propuesta del conjunto gallego, pues «vino en la línea que viene haciendo todo el año, con chicos que juegan muy bien a voley, que tienen calidad técnica brutal. Les falta un poco más de equipo y más contundencia física, por llamarlo así». Ante ellos el comportamiento no fue otro el que de «ir a lo nuestro, comenzamos la segunda vuelta con una victoria que es importante a nivel anímico, la clasificación de la Copa del Rey que está ahí y borrón y cuenta nueva».
Esta empezó justo al terminar el partido. No hubo ni reunión posterior. Berenguel lo llevó todo a la pista, en la que transmitió que «en la dinámica de entrenamientos y del día a día hay que cambiar cosas. Hay que ser autocríticos y que se olviden de todo, que se relajen. El motivo de hacerlo en la pista fue porque les pillé en ese momento. Yo, ya en la reunión técnica previa al partido, les dije que nos íbamos a reunir en el vestuario, pero creo que al juntarnos ahí no merecía la pena porque estaban todos los familiares en la grada, la gente con ganas de irse de vacaciones». La misión es la de «trabajar la parte anímica. Tanto técnica como físicamente no están mal, hay que mejorar en el aspecto colectivo y físicamente están bien. Es el tema mental y es lo que he intentado meter en esa reunión. Que en estos días trabajen el aspecto mental que es lo que nos va a dar el salto de calidad».
Volver
La vuelta será, como queda dicho, de aúpa y pensando en lo que viene de inmediato. El próximo 7 de enero habrá que visitar al primer equipo que logró ganar en el Moisés Ruiz esta temporada en Liga –ya antes había ganado Melilla, que también ganó en fase regular–, un Léleman Valencia que avisó del 'trance' que le venía a los blanquiverdes si no mejoraban su propuesta. Tocará remar hacia la mejoría «después de todo lo mal que lo estamos pasando, porque lo estamos pasando mal tanto los jugadores como el cuerpo técnico y el club, porque nos hemos clasificado para la Copa in extremis y hemos perdido demasiados partidos. En toda la historia del club nunca ha surgido así, este año nos toca vivir esto que estamos viviendo, pero si nos lo creemos de verdad somos capaces de darle la vuelta a todo esto y que 2023 puede llegar con éxitos».
Será continuar con la tónica general de la historia de un club que el sábado jugó su partido 1.001, una gesta de la que el almeriense se siente parte importante. «Yo me siento muy partícipe de todo eso porque he sido jugador toda mi vida de este club, gran parte de esos partidos los he jugado yo y ahora tengo la puñetera suerte de ser el entrenador de mi club. Pertenecer a esos 1.001 partidos es un orgullo inmenso. Es cierto que los últimos diez partidos no son lo que hubiésemos querido, pero de un momento a otro en mil partidos que surjan ahora me los tomo como un reto y una capacidad de mejora brutal que tenemos que demostrar a lo largo de esta temporada».
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