Almería, epicentro de golpes y gloria
La vigésimo segunda edición de la Velada de la Feria de Almería consagra a Samuel Cilla, que logra por segunda vez consecutiva el Trofeo Juan Manuel García-Reyes
R. I.
Almería
Sábado, 30 de agosto 2025, 22:56
El pasado viernes 22 de agosto, el Palacio de los Juegos del Mediterráneo se transformó en un verdadero coliseo, donde cada golpe y cada intercambio ... se sentían como la tensión de un duelo legendario. La XXII Velada de la Feria de Almería, organizada por el Club Almería Boxing en colaboración con el Patronato Municipal de Deportes y bajo la supervisión de la Federación Andaluza de Boxeo, reunió a más de 400 aficionados ávidos de emoción, consolidando la ciudad como un bastión del pugilismo amateur andaluz. La atmósfera era electrizante, cánticos, aplausos y vítores acompañaban cada movimiento, cada esquiva y cada gancho lanzado al cuadrilátero.
Publicidad
En el centro de todas las miradas se encontraba Samuel Cilla, el héroe indiscutible de la velada. Por segundo año consecutivo, el boxeador de Almería Boxing se alzó con el Trofeo Juan Manuel García-Reyes, refrendando su condición de ídolo local y de promesa del boxeo andaluz. Su actuación en el noveno combate, enfrentando a Jonatan (Boxeo Nerja), fue un despliegue de técnica y carácter. Desde el primer asalto, Cilla controló la distancia, contragolpeó con precisión y mantuvo la calma frente a la agresividad de su rival. A pesar de la fatiga que marcó el tercer asalto, logró asegurar una victoria unánime, ganándose la ovación de todos los presentes y confirmando que el talento y la disciplina pueden doblegar incluso las pruebas más duras. El jurado, formado por figuras históricas del boxeo almeriense como Lisardo Pérez, Juan López Jerez y Antonio Zamora, destacó su claridad técnica, su control del combate y su carisma, atributos que lo consolidan como referente del pugilismo regional.
Pero la velada no fue sólo la historia de un héroe. Cada combate ofreció momentos de pura emoción y épica deportiva. La jornada comenzó con un duelo vibrante, en 71 kg, entre Carlos Alemán y José Golbano, donde la entrega de ambos púgiles hizo rugir al público. Juan Dionis y Sergio Torres, en 60 kg, ofrecieron un espectáculo de intensidad y ritmo vertiginoso, mientras que Vicente de la Aceña y Aironas Meska demostraron estrategia y movilidad, encarnando la lucha constante entre experiencia y juventud. En la categoría junior, Antonio Pineda superó a Jorge Martínez en un combate agresivo, mostrando que cada pugilista aporta su historia y su esfuerzo al cuadrilátero.
El quinto y sexto combate pusieron de relieve la resistencia y la preparación física de los contendientes. Roberto Muñoz se midió a Manuel García en un choque de intercambios constantes que se decidió en el último asalto, mientras que Onofre Muñoz cayó ante Mauro Di Tomassi, quien aprovechó su mejor condición física en un combate de corta distancia. Cada pugilista dejó sobre el ring sudor, corazón y pasión, recordando que el boxeo no es solo técnica, sino también sacrificio y entrega.
Momento dramático
La velada alcanzó su momento más dramático y épico en el séptimo combate, en la categoría de 80 kg, con el regreso de David Bruzo frente a Ángel Llopis. Llopis dominó los dos primeros asaltos, pero Bruzo conectó un golpe devastador en el tercero que dejó tambaleante a su rival. El árbitro detuvo la pelea decretando un KO a favor de Bruzo, un desenlace que generó polémica y protestas del equipo contrario, pero que demostró la intensidad y la imprevisibilidad del boxeo. Cada golpe, cada esquiva y cada asalto se sintieron como un capítulo de una historia épica donde la gloria y la controversia conviven sobre el ring.
Publicidad
En el octavo combate, Rayan Farrak consolidó su progresión al vencer con claridad a Mohamed (Boxeo Aguadulce), demostrando que el futuro del boxeo almeriense está en manos de jóvenes talentos comprometidos y disciplinados. Con nueve combates que combinaron intensidad, técnica y momentos polémicos, la XXII Velada de la Feria de Almería reafirmó el amor de la ciudad por este deporte y su relevancia como cita imprescindible en el calendario del pugilismo andaluz.
La noche del 22 de agosto quedará grabada en la memoria de los aficionados como una jornada donde cada golpe contaba, donde la entrega de los púgiles era absoluta y donde la pasión por el boxeo se respiraba en cada rincón del Palacio de los Juegos del Mediterráneo. Desde el brillo de Samuel Cilla hasta el KO dramático de David Bruzo, pasando por cada combate intenso y cada esfuerzo de los jóvenes talentos, la velada fue un testimonio del sacrificio, la técnica y la emoción que definen el noble arte del boxeo. Almería se confirma, una vez más, como epicentro del pugilismo andaluz, un lugar donde la épica deportiva se escribe con cada golpe, cada esquiva y cada victoria sobre el cuadrilátero.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión