Natalia Castro posa delante de una de las pintoras para la que posó como modelo. Enrique

La 'mujer morena' que no todos conocen

Se cumplen 40 años de la muerte de la linarense, Natalia Castro, que fue musa de pintores desde niña hasta la vejez. Antonio Begíjar fue el último que la pintó y lo hizo hasta en 200 cuadros

Sábado, 14 de noviembre 2020, 23:49

Fue la 'mujer morena'. La gitana de grandes ojos negros. La inspiración de pintores. La mujer bohemia dentro del arte, cuando no se llevaban las ... mujeres bohemias. Fue modelo siendo niña, modelo siendo joven y modelo hasta su muerte. Y aún así, el nombre de Natalia Castro no es del todo conocido.

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Esta peculiar mujer nació en Linares y, aunque murió en Madrid, hace ahora 40 años, sus restos fueron trasladados a Linares, donde está enterrada junto a su marido, un importante guitarrista de la época.

«Natalia Castro fue la modelo de los pintores y artistas más importante de la historia del arte del siglo XX. No fue modelo de un pintor, fue modelo toda la vida, desde niña, y hasta que murió. Eso, dentro de la historia del arte, es un hecho insólito. Está claro que era una persona que tenía algo especial», explica Pedro Molina, responsable del futuro museo Antonio Begíjar, que se construirá en la localidad del mismo nombre, en honor al pintor, que fue el último para el que Natalia posó en su vida.

El primero que la pintó fue Sorolla. Natalia emigró de Linares a Madrid cuando se quedó huérfana, y en la capital se instaló con una tía suya, que fue elegida por Soroya como modelo. Ella era una niña y también la pintó. «Soroya la siguió pintando hasta que fue adolescente y fue quien le presentó a Julio Romero de Torres». Y aunque su imagen se hizo más presente cuando murió Romero de Torres, mientras la pintó ya era muy conocida por los artistas de aquella época. «Era una de las modelos preferidas de Romero de Torres, era gitana y una mujer muy libre, que posaba desnuda, iba por delante de su tiempo, porque aquello casi era una revolución».

Molino recuerda que fue contemporánea a las Sin Sombrero, y aunque ella «no tenía formación, contribuyó también a su manera a la lucha de la mujer y a la transformación social». Aunque reconoce que posar para Romero de Torres, y la fama que eso le supuso, fue «su cara y su cruz». «Fue la identificada y la señalada, la que posaba desnuda en los cuadros».

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Natalia de Castro se relacionó con muchos pintores de la época, pero con el tiempo fue poco a poco cayendo en el olvido. hasta que en los años 50, la Casa de la Moneda editó unos billetes de 20 duros con un cuadro de Romero de Torres. «El billete tiene un cuadro y un agua, y ella es la que aparece en el agua del billete», cuenta Molino, que asegura que fue ella misma la que reconoció su imagen en los billetes y lo hizo público, ante lo que la Casa de la Moneda decidió hacerle un homenaje. «El Régimen quiso publicitar a la mujer morena, y la vistieron con un traje hecho de billetes, diseñado por el modisto Matías Montero».

Más o menos en esta parte de la historia entra el pintor jienense Antonio Begíjar. Siendo un niño conoció a Natalia Castro en Linares, porque su tía abuela le dijo a la modelo que su nieto era pintor. «Me gusta pintar palomas», le explicó el niño a Castro ese día. «Pues cuando seas mayor me pintas a mi con unas palomas», le respondió ésta.

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La vida quiso que Antonio Begíjar se fuera a vivir a Madrid con 23 años y se encontrara con Natalia, que ya era una mujer de 68 años. Ese reencuentro hizo que él la pintara por primera vez y, tal y como le dijo de niño, la pintó con unas palomas.

A partir de ahí, «empezó a pintarla obsesivamente, en cientos de cuadros, hasta que murió con 84 años», cuenta Molino que habla de más de 200 cuadros dedicados a la modelo.

«Ambos salían y entraban juntos del estudio que el pintor tenía en Madrid y llamaban la atención en los años 60 y 70. Ella con su caracol en la frente y una goyesca, y él un pintor joven, algo iluminado...»

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Museo de Begíjar

Hace tiempo que el municipio de Begíjar está trabajando para construir un museo en honor a su pintor. «Se ha creado una comisión en el Ayuntamiento para llevar a cabo la rehabilitación de un edificio que acogerá el futuro museo». Pero antes de que eso llegue, y como este año se cumplen 40 de la muerte de Natalia Castro, «se ha comprado una obra de 1970, donde Natalia posa para Antonio Begíjar, en un cuadro donde emula a la pintura de Romero de Torres, por un lado para hacer un homenaje al maestro, y por otro, para reivindicar a la figura de Natalia».

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