Broche de oro con Elyella, que cerró la primera jornada con una sesión explosiva de electrónica. SENTIR BAEZA
AOVE Fest 2025

La intimidad de los nuevos talentos y la energía del indie nacional marcan el Sentir Baeza

El recinto ferial, epicentro de una experiencia musical que pone en valor también el Aceite de Oliva Virgen Extra

C. C.

JAÉN

Sábado, 28 de junio 2025, 12:27

La noche del viernes marcó el inicio del Sentir Baeza AOVE Fest 2025 con «una jornada inaugural que supo conjugar la intimidad de los nuevos ... talentos con la energía consagrada del indie nacional», recoge a modo de resumen el comunicado de prensa del festival. El recinto ferial de la ciudad Patrimonio de la Humanidad fue el epicentro de una experiencia musical que, un año más, pone en valor no solo la música, sino también el producto estrella de la tierra: el Aceite de Oliva Virgen Extra.

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Desde las 20:30 horas, los dos escenarios dispuestos —Caja Rural de Jaén y IPG Aceite de Jaén— ofrecieron un dinámico vaivén sonoro sin pausas ni solapamientos.

La encargada de abrir fuego fue Maren, que con su voz delicada y atmósfera melancólica consiguió silenciar el bullicio inicial y concentrar las miradas en una propuesta honesta, enérgica y emocional. A continuación, el trío 'Sidonie' transformó la calma en efervescencia: psicodelia, pop pegadizo y su infalible carisma hicieron retumbar Baeza con un show repleto de hits coreables.

El testigo pasó luego a 'Querido', que ofreció una actuación más pausada, cargada de sensibilidad y letras que invitan a la introspección. Un bálsamo perfecto antes de que Veintiuno encendiera la segunda parte de la noche con su mezcla de soul-pop, guitarras afiladas y groove infeccioso que desató el baile entre el público joven.

A la 1:15 h subió al escenario 'Karavana', abanderados del nuevo garage pop patrio, que demostraron por qué son una de las bandas revelación más queridas del circuito festivalero. Y como broche de oro, Elyella cerró la jornada con una sesión explosiva de electrónica, visuales vibrantes y una comunión total con los asistentes, que resistieron bailando hasta bien entrada la madrugada.

Más alla de la música

El festival no solo fue una cita sonora, sino también una experiencia sensorial. «La gastronomía local, los espacios cuidados y el homenaje permanente al aceite de oliva virgen extra completaron una noche que celebra lo mejor de la cultura jienense contemporánea. Un público diverso —desde jóvenes melómanos hasta familias enteras— llenó el recinto sin agobios, confirmando que Sentir Baeza es ya sinónimo de calidad y calidez», subraya .

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Con esta primera jornada, el festival dejó el listón alto y consolidó su apuesta por una identidad única: música independiente, cultura local y una atmósfera cercana e inclusiva

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