Un juego de rol invita a seguir la pista del crimen de Gádor

Esto se debe gracias al juego de rol que el informático accitano Pablo López ha publicado de manera gratuita y que se titula 'El hombre del saco (La historia del crimen de Gádor)'. Un juego de rol es –o al menos así lo define López– una especie de teatro donde el director conoce lo que va a pasar, pero no los diálogos y el jugador es al revés, conoce los diálogos, pero no qué va a pasar al final.

En este caso en concreto se trata de presentar un hecho histórico y unos sucesos que ocurrieron y que van a ir apareciendo poco a poco en la historia, de manera que la gente pueda contarlo como si fuera un teatrillo, pero sin la necesidad de adherirse a un texto escrito, sino que pueden experimentar, improvisar y sugerir que esos hechos ocurran de una forma alternativa.

Pablo es jugador de rol desde la adolescencia y opina que, durante estos últimos años, con el auge del juego de mesa y el confinamiento, ha vuelto a ponerse de moda.

Él mismo ha recuperado una afición que tenía bastante perdida desde hace tiempo principalmente gracias a las nuevas tecnologías y al rol online. Pero no deja de ser curioso que alguien tenga la ocurrencia de rolear sobre esta temática en particular.

El informático granadino explica que disfruta leyendo sobre historia «aunque yo soy de perfil de ciencias» y, desde que hace algún tiempo llegó a sus manos de casualidad un artículo sobre el sacamantecas, decidió investigar el caso en profundidad puesto que le daba la sensación de que era una historia que podía ser muy interesante tanto a nivel de jugabilidad de rol, así como por sentimiento de esa historia.

En pleno confinamiento le vino la inspiración y empezó con su creación.

«Ya estuve adaptando unos borradores, buscando ideas, documentándome con más artículos y finalmente conseguí la versión final que ahora tenemos, con muchas fotos originales y paisajes reales», detalla el creador del juego. Incluso lo ha probado con su grupo de amigos, funcionando de manera muy satisfactoria en partidas en las que «todos nos divertimos mucho». Por ello ha decidido finalmente ponerlo a disposición de la comunidad rolera, que en España es bastante activa, en la web de Sinergia de Rol.

Según explica, el problema de la historia original es que está muy centrada en la gente que cometió los hechos delictivos, pero desde un punto de vista de jugabilidad no es muy válido, puesto que el que juega el rol siempre tiene un personaje más bien bueno y protagonista que tiene que resolver un misterio.

En este hecho histórico, el misterio lo resolvió la policía en colaboración con uno de los delincuentes, por ello intentó darle la vuelta buscando un enfoque un poco más sentimental, llevando la historia a la perspectiva de los amigos del desaparecido Bernardo González Parra. Utilizamos la mirada del niño y su peculiar forma de ver el mundo para que se vayan enfrentando a todo lo que realmente ocurrió e ir buscando todos los sucesos, los personajes y localizaciones a través de varios episodios que estos niños se van encontrando.

El final es abierto, de hecho hay varias propuestas: desde una en la que llegan y está todo ya consumado; otra en la que, a través de un poco de fantasía, porque a los roleros les gusta que no sea todo cien por cien histórico, sino que tengan un poco de magia, en el que la curandera, en un gesto de arrepentimiento, activa una especie de magia sacrificando su vida para curar al crío delante de los jugadores; finalmente, otro en el que los niños lo hacen bastante bien todo y llegan antes de que sea demasiado tarde para salvar al zagal.

Aunque la historia es la que es, puede ser que los jugadores decidan hacer las cosas de otra manera, empezará entonces la improvisación, «pero esa es la gracia del rol, porque es una historia mágica que construyen todos los jugadores que participan», cuenta López.

Cada uno define cómo va a ser su personaje, cómo va a ser ese niño, su vínculo con el pueblo, sus miedos, sus traumas y en base a eso «yo que contaba la historia, intentaba que la gente del pueblo que se encontraba con el jugador fueran personas que concordaran con esa personalidad que se había inventado de su personaje, así los jugadores se sienten más implicados con la historia y la dota de mayor cuerpo».

Al final los niños son niños cualesquiera y la gracia está en que eso que los jugadores se han inventado inicialmente los van transformando en los protagonistas de una historia que no se esperaban. Normalmente las partidas de rol se suelen jugar en grupos de tres a cinco personas, siempre hay un director, que es el que va narrando la partida y, como mínimo tienen que haber dos jugadores más para que haya sinergia entre ellos, pero siempre es más recomendable un tercero.

En caso de haber demasiados jugadores es complicado darles protagonismo a todos y que avance la historia con fluidez. La partida puede llegar a durar hasta cuatro o cinco horas y el rolero ya sabe que se puede extender más o menos dependiendo de sus acciones.

El público objetivo de este juego, evidentemente, tiene que ser mayor de edad porque la historia es muy cruda, y López ha intentado no censurar lo que pasó. De igual forma, no se necesita ninguna experiencia de juego de rol, hay algunos que sí te exigen conocer reglamentos muy profundos, pero aquí lo único que se pide es que te guste escuchar historias y contarlas.