Josetxu Obregón: «Es un momento fantástico para la música clásica»

–¿Cuál es la historia detrás de La Ritirata, cómo surge la agrupación?

–La Ritirata surge hace 14 años en Holanda. Yo había estudiado violonchelo moderno en España y en Alemania y decidí especializarme en música antigua y en interpretación histórica del violonchelo en La Haya. Allí conocí a Tamar Lalo, que es miembro fundador junto conmigo del grupo y que también será flautista solista en este concierto de Vélez-Blanco, de hecho. Desde allí, en La Haya, comenzó la andadura. Hemos cumplido ya 14 años y estamos muy cerca del 15 aniversario, que no es poco.

–Después de 14 años pisando los mejores escenarios ahora llega al laureado Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez-Blanco. ¿Es su primera actuación en el pueblo?

–Sí, es nuestra primera actuación. Estamos muy ilusionados al respecto porque yo no conozco el municipio de Vélez-Blanco y he oído hablar muy bien de que es un sitio precioso. También tengo muchos colegas músicos, porque es un festival muy relevante. Pero siempre va pasando, estos 14 años que llevamos hemos estado actuando en prácticamente todos los festivales relevantes del país, aunque siempre hay alguno que se te queda colgado, y, justamente Vélez-Blanco, nunca habíamos estado.

–¿Cómo va a ser la puesta en escena de 'Festeggiando Mancini', la obra que interpretan en este festival ?

–Vamos a ser siete músicos en un programa alrededor de la figura de Francesco Mancini, un compositor napolitano de cuando Nápoles pertenecía a la Corona Española, por lo que había muchos músicos yendo y viniendo entre ambos países. Es música que nos resulta muy cercana, porque hemos trabajado mucho el repertorio napolitano. Estaremos, como decía, siete músicos para poder hacer tanto la vertiente instrumental de la vertiente de Mancini, que suelen ser conciertos para flauta de pico, en los cuales centramos a Tamar Lalo con la flauta de pico solista acompañado de dos violines, viola, violonchelo clave y guitarra barroca y archilaúd; del mismo modo, esta formación nos permite hacer la parte más orquestal de su música vocal, es decir las oberturas de ópera, las oberturas de cantatas y en este tipo de piezas centramos la formación más habitual de los violines, viola, violonchelo y bajo continuo.

–Es un periodo amplio y con variedad de autores, ¿por qué Francesco Mancini, entre todos?

–Porque al inicio de La Ritirata hace 14 años, le dedicamos algunas de las giras, en aquel momento en un formato muy pequeño de música de cámara. Hicimos música de Mancini porque nos interesaba mucho. Luego, hace unos años, grabamos un disco que se llama 'Neapolitan Concertos' en el que abordamos música de autores como Scarlatti, pero incluimos también un concierto de Mancini. Además, este año se celebra el 350 aniversario del artista, por lo que hemos decidido dedicarle este programa monográfico para darle a conocer, pues considero que es un autor muy bueno para lo que se le conoce.

–Además de La Ritirata, actualmente está llevando por España su 'CelloEvolution', su primer álbum en solitario. ¿Es el título una pista de lo que busca este disco?

–Ha sido mi primero, efectivamente. Después de muchos discos al frente de La Ritirata ha habido la ocasión de poder hacer un programa en solitario. Llevaba muchos años con la idea en mente de realizar un disco solo de Chelo, sin acompañamiento de ningún otro instrumento. El nombre viene porque efectivamente busca explorar la evolución que tuvo el violonchelo desde sus inicios en el Seicento italiano hasta que llegamos a la culminación de las Suites de Johann Sebastian Bach, que he interpretado en conciertos muchas veces, pero que a la hora de llevarlas al disco en vez de hacer una grabación más de tantas que hay, he querido hacer un enfoque diferente entre la evolución del repertorio italiano temprano y esta música.

–¿Qué le lleva a lanzarlo ahora precisamente, después de 12 discos junto a La Ritirata?

–Todos los años acababa priorizando un proyecto de La Ritirata por motivos u otros, pero finalmente llegó la pandemia, que fue la gota que colmó el vaso, en la que los viajes, los permisos y juntarse era muy complicado en una habitación. Para mí 2020 fue el momento de decir «voy a hacerlo yo solo, que estoy en mi habitación con un micrófono, el técnico en otra y podemos hacer esto», así que es el momento en que ha salido.

–Precisamente, la pandemia ha tenido ese impacto en la vida cultural con los temas de aforo y los directos. ¿Cómo es la situación actual de la música clásica y antigua en España?

–Estamos en un momento fantástico en general para la música clásica, hay mucho nivel en nuestro país, pero de manera concreta de la música antigua sí que he visto un crecimiento vertiginoso A nivel musical en los últimos años. Cuando viajas por Europa, ves formaciones de las más punteras y en todas hay sin excepción músicos españoles. Las nuevas generaciones vienen pegando fuerte y soy optimista, aunque ha habido una fuerte pérdida de público que le ha podido dar más miedo ir a conciertos, ir al cine, meterse en un patio de butacas, pero creo que poco a poco irá llegando. El futuro es muy prometedor y hay que fomentarlo desde las escuelas e instituciones.

–¿Puede que ese miedo a volver se deba al envejecimiento del público de este tipo de música en concreto?

Pese a que es cierto que existe ese envejecimiento en el público, cada vez vemos gente más joven. Además, en este submundo de la música antigua, en la recuperación e interpretación de esta música, que es a lo que nos dedicamos en La Ritirata y lo que se escucha en el festival, aún más. Hace unos años lo veía mucho en países de América Latina. Ahora pasa lo mismo en Europa. Hay algo ahí que engancha de la música barroca, no sé si es porque en esta música se disfruta también la experiencia de ver cómo habría sonado en aquel momento, en el pasado, pero cada vez hay más gente que antes le podía dar pereza ir a una ópera de cinco horas, pero que un concierto de música antigua le parece más llevadero.