Poderoso muletazo con la derecha de Jorge Martínez al primero de su lote. Baltasar Gálvez
Toros

'Quien a hierro muere, a hierro mata'

La suerte suprema impide los triunfos en la primera parte y luego concede salidas por la puerta grande en la segunda

Juanjo Aguilera

Almería

Jueves, 22 de agosto 2024, 23:10

La segunda de feria quedó marcada por los hierros, los que ayudan al triunfo y los que los dan. Hubo una época pasada en la ... que una buena estocada era válida para conceder una oreja. Ahora, puede que con más justicia, se valora el conjunto de la faena. En ese sentido, la tarde de ayer tuvo muy buenos detalles con percal y con franela, pero un desastre en la utilización de 'Tizona', porque los tres toreros, que tuvieron la oreja en la mano en la primera parte de la tarde por una buena liturgia taurina –especialmente Fernando Adrián y Jorge Martínez–, la perdieron por el fallo a espadas.

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La corrida

  • Plaza de toros de Almería: Segunda de abono de la Feria de Almería, con un tercio de plaza.

  • Toreros: Paco Ureña (verde botella y oro), más de media y descabello, ovación, tras dos avisos, y pinchazo hondo y cuatro descabellos, ovación, tras un aviso, Fernando Adrián (blanco y oro), metisaca, pinchazo y estocada, ovación, y estocada, dos orejas, y Jorge Martínez (corinto y oro), media y tres descabellos, ovación tras un aviso, y estocada, dos orejas.

  • Ganadería: Toros de Castillejo de Huebra, salvo el quinto, de José Manuel Sánchez, que fue el mejor.

  • Presidencia: Francisco Javier Torres actuó como presidente, asesorado por Ramón Magaña, en la parte artística, e Isabel Morala Peláez, en la veterinaria. Se lucieron en banderillas las cuadrillas de los tres diestros.

Aún así hubo triunfo porque en la segunda parte, donde también el ganado dejó avisos de incapacidad, sobre todo el cuarto, la poderosa forma de lidiar de Fernando Adrián le hizo acreedor a un meritorio triunfo que le abrió de par y par la puerta grande del coso almeriense. Sus formas, su liturgia de entrega y capacidad para interpretar un toreo con mucha enjundia, le dieron lo que en su primer toro le quitó la espada. Jorge Martínez también mejoró con el sexto, tras un primero en el que una importante faena no tuvo el mejor de los epílogos. Ureña, por su parte, no tuvo la suerte de un buen lote. Por empecinamiento, la que le enjaretó al cuarto tuvo su 'aquel', con una faena de poderío, que no pudo ser mejor por las pocas virtudes del enemigo que tuvo enfrente.

El lote

El andarín primero complicó un poco el saludo capotero de Paco Ureña, que poco a poco fue cogiendo el sitio para lancear al astado con buen gusto con el percal. Se la jugó para un quite variado por gaoneras, ejecutadas con mucho riesgo porque el animal tocó percal y se orientó. Tras un vistoso tercio de banderillas, Ureña comenzó a ejercer su autoridad en el ruedo, con un toreo pausado, con clase, sobre todo por el pitón derecho. Tras tres tandas en la rayas de picadores, Ureña lo intentó por naturales, aunque escasos en número ante un toro carente de celo hacia la franela conforme fue avanzando la faena, con demostración de 'interés' en los pases al natural en el epílogo de la misma.

Paco Ureña torea por bajo a su primer enemigo. Baltasar Gálvez

En su segundo, fue una faena de mucha autoridad en la que el lorquino se lució con el toreo de capa, especialmente a la hora de llevar al toro al caballo con un vistoso quite por chicuelinas. Se le veía con ganas al lorquino, que sacó un repertorio de toreo por bajo ante un 'estudioso' negro de capa que hizo honor a su nombre porque 'Granuja' se portó como tal, tras ser 'castigado' en el inicio de faena por una serie de buenos ayudados que quitaron la careta al animal. Éste 'desechó' la pelea, con Ureña insistiendo a base de mantenerle el engaño en la cara para que no viera la puerta de salida. Pero por algún 'resquicio' la vio y Ureña tuvo que 'quitárselo de encima'.

El único camino

Fernando Adrián salió para componer la figura y por delantales recibir al primero de su lote, con firmeza en la embestida, con una recibo capoteril de mérito y sin rectificar los terrenos en los que clavó las zapatillas. Tarde redonda con el percal con un vistoso quite por tafalleras, con un sentido de la ejecución que fue común cuando cogió la franela. El madrileño cuajó con gusto a su primero, al que llevó con mucho temple y clase. Arriesgó por el pitón derecho intercalando derechazos y pases por detrás. Poderosa la segunda tanda, ligada y profunda, por ese pitón.

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Pase del desprecio de Fernando Adrián al segundo. Baltasar Gálvez

El toreo fundamental lo cuajó en la primera tanda de naturales, ayudado por la embestida del de Castillejo de Huebra y ayudándole a cuajar la embestida para torear con mucho poder y ajustado, con series de muletazos invertidos con mucha verdad en la ejecución.

Comenzó con fuerza su recibo con el percal, ejecutando una lidia por delantales con mucha torería. Con la muleta quiso triunfo y no dudó en recibir al de José Manuel Sánchez en la boca de riego, de rodillas y con pases cambiados, jugándosela. Con la muleta en la derecha, se impuso al quinto de la tarde, que se fue dejando torear a base de ganas y del entendimiento de las artes del diestro de Torres de la Alameda que compuso una faena poderosa en los pasajes por ambos pitones, con mucho riesgo en el toreo al natural por el 'interés' del cornúpeta para cortar el viaje. Un vicio que también apareció por el pitón derecho para firmar un epílogo de faena con bernardinas con las que tocó 'el triunfo', cuajado con una gran estocada.

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¡Qué clase!

Jorge Martínez tuvo un rival andarín para el recibo. Aún así, el diestro totanero consiguió meterlo en el 'redil' para sacarle buenos lances en el recibo. Ante un enemigo que trató de enganchar los engaños, el exalumno de la Escuela Municipal Taurina de Almería toreó con firmeza y mucha clase por la derecha, con poderío en el remate de las tandas con el de pecho. Faena en la que marcó los tiempos para enseñar al burel a embestir, pues lo hacía a regañadientes y con protestas, sobre todo cuando cogió la muleta para torear al natural con mucho gusto. La enseñanza dio pie a una segunda tanda de naturales profundos. En esa alternancia de manos, Jorge brilló por los dos pitones, con un trasteo importante, ejecutado con mucho sentido y sensibilidad.

Buen derechazo de Jorge Martínez en una primera faena importante. Baltasar Gálvez

El sexto no fue 'honrado' en su embestida. Salió a tornillear y dificultó las intenciones de Jorge Martínez de atemperar la salida. Tras brindarle el toro a Ureña, Jorge expuso un toreo con doblones para encelar al de Castillejo de Huebra, que embistió al compás que marcaba el toreo a ralentí del totanero, pero con el defecto de tratar de enganchar los engaños. Cuajó por el pitón derecho, tras una primera tanda de derechazos 'impuros'. La segunda tuvo la distancia y el temple para mover el engaño, con el solivianto siempre por la incierta embestida del último de la tarde, empeñado en tocar la franela. Ese vicio también apareció por el pitón izquierdo, en el que Jorge Martínez cuajó una notable primera tanda de naturales, ejecutados con pausa, sin prisas, con mando y consentimiento a la vez, que mejoró en la segunda. Cerró por la derecha con lucidos remates de tandas antes de entrar a matar, armado de valor, en una tarde en la que a hierro pudieron morir y a hierro consiguieron matar para un triunfo incompleto.

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