La Fundación Miró evoca la intemperie en una exposición fotográfica de la almeriense Violeta Mayoral

Las imágenes de Mayoral, que creció en el desierto de Tabernas (Almería) y ha influenciado en su mirada, fluctúan entre la ausencia del límite y el intento de medir la inmensidad del espacio para encontrar refugio, ha informado el centro en un comunicado.

En la selección de fotografías que presenta la Fundación Miró en su vestíbulo, la artista multidisciplinar residente en Barcelona ubica la experiencia humana al raso, sin techo ni resguardo, en unos paisajes vacíos e inabarcables que subrayan la vulnerabilidad.

La mayor parte de las imágenes de la muestra de Mayoral son de temperatura fría, hechas al atardecer o en momentos de baja luminosidad, y representan lugares que, a primera vista, podrían parecer hostiles, y en los que el tiempo ha quedado suspendido.

La comisaria de la muestra, Martina Millà, ha asegurado que, pese a parecer desfavorables, inseguros o precarios, los paisajes de Mayoral son «un intento de encontrar un refugio entre tanta hostilidad a través de la belleza».

Violeta Mayoral (Almería, 1988) creció en el desierto de Tabernas, un entorno rudo que educó su mirada. Por ese motivo, la artista conoce bien lo que significa vivir a la intemperie y sus ojos saben distinguir la peculiar naturaleza de un paisaje que fluctúa entre la ausencia y la búsqueda de unos límites que acoten, tal vez sólo como un intento, la inmensidad del espacio y del horizonte.