Asaja lamenta que los productores de lechuga ni siquiera cubren costes en Almería

El vicepresidente de Asaja-Almería explicó que, en las últimas semanas, «la caja de lechugas, que tiene unas 10 piezas, se ha pagado a unos 2 ó 2'50 euros», cuando allá por mediados del mes de febrero, esa misma caja se vendía a unos 7 euros. Asimismo, señaló que, prácticamente desde octubre, los precios no han sido los adecuados para esta producción mayoritaria en el Levante, salvo «en momentos puntuales» como, por ejemplo, esos días de febrero.

Entre las causas que han podido dar lugar a este descenso de las cotizaciones, apuntó, por un lado, a la climatología y, por otro, a la falta de demanda. «La lechuga, cuando hay sol, se desarrolla muy rápido y, por tanto, hay mucha producción», explicó y añadió que, además, «el mercado parece no reaccionar». Esta situación es más que significativa, máxime cuando, hace apenas un mes, la producción de lechuga había caído casi a la mitad a causa de las heladas nocturnas. Ya entonces, si bien es cierto que las cotizaciones de esta hortaliza no se hundieron, también lo es que no alcanzaron las cifras esperadas por gran parte del sector.

Racha rota

Esta reciente crisis de precios de la lechuga pone punto y final a una racha de buenas cotizaciones que duró, prácticamente, un año. A partir de diciembre de 2009 y hasta casi finales de 2010, la lechuga mantuvo unas cifras aceptables. Previamente, muchos productores levantinos habían optado, incluso, por arrancar sus plantaciones y picar la lechuga ante la imposibilidad de darle una salida comercial adecuada.

La lechuga, según desveló el último informe de campaña publicado por la Fundación Cajamar, relativo al ejercicio 2009/2010, es un producto que, poco a poco, va cobrando mayor importancia en la provincia. Tanto es así que, en ese tiempo, su facturación creció casi un 29%, situándose en más de 154 millones de euros.