Rodríguez, junto al Paseo Marítimo de Garrucha, en Almería. R. I.

«Recorrimos 1.200 kilómetros de Garrucha a Galicia y no había ningún control de movilidad»

El gallego Miguel Ángel Rodríguez, de 72 años, ha vivido el confinamiento en el pueblo almeriense y cuenta a IDEAL cómo fue su retorno a casa

Nerea Escámez

Almería

Viernes, 12 de junio 2020, 20:01

La provincia de Almería entró en la fase 1 de la desescalada el 11 de mayo. Tras una larga lucha contra el coronavirus a modo ... de encierro, se permitieron las visitas a amigos y familiares, al igual que desplazarse a segundas residencias –siempre dentro de la provincia- a la vez que abrieron bares o tiendas con medidas de seguridad y prevención.

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Y para ese entonces, Miguel Ángel Rodríguez, un jubilado de 72 años de Galicia, se encontraba en su apartamento de Garrucha (Almería) junto a su esposa. Llegó a la provincia el 2 de enero como cada invierno «puesto que el clima de Almería beneficia mi dolor de huesos», relata a IDEAL y desde entonces, no pudo volver a casa.

Sus planes cambiaron cuando para su sorpresa debía volver a Galicia con motivo de unas pruebas médicas y ahora, está a la espera de una intervención quirúrgica. «Habíamos querido volver cuando se permitiera viajar sin mascarilla y uno sentado al lado del otro», confiesa. Sin embargo, Miguel Ángel se puso manos a la obra y recopiló «el papel médico del ambulatorio que tenemos asignado en Garrucha y además le pedí a mi hija que nos mandara mediante correo certificado las citas médicas que teníamos», relata.

El carballés decidió juntar todos los papeles que demostraran que su viaje a Galicia no era por diversión ni mucho menos y además, en su teléfono móvil «llevaba los recibos de las compras que fui haciendo durante mi estancia en Garrucha con mi mujer para demostrar que estuve desde enero allí pero no tuve que hacerlo», apunta. Sin síntomas de coronavirus y con la preocupación de los contagios, su mujer y él se pusieron marcha a las seis y media de la mañana el 12 de mayo pensando que «habría controles en la salida de Garrucha» y tendría que justificar el motivo de su desplazamiento. Pero de una manera extraña, el matrimonio de Galicia recorrió «casi 1.200 kilómetros sin dar ninguna explicación ya que no había controles de movilidad por coronavirus», cuenta Miguel Ángel Rodríguez.

«Pasamos por provincias donde aún estaban en fase 0 y eso nos sorprendió más todavía ya que por ejemplo, Madrid no había iniciado su desescalada y tampoco vimos controles pese a los habituales letreros de las autovías al encontrarnos en cada Comunidad Autónoma», explica sobre un viaje que les sorprendió por la situación en la que estaba el país.

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