Las obras del AVE Almería-Murcia dejan a la vista un vertedero ilegal en Viator

Escombros de obras, ladrillos, azulejos, plásticos, neumáticos, metales y madera con un peso de más de 317.400 toneladas se encontraban entre los residuos de diversa procedencia localizados en el lugar, que han «complejizado los trabajos» a causa de su clasificación y tratamiento y que se han reciclado en su mayor parte.

Localizado durante la ejecución de este tramo de 25,5 kilómetros, Adif AV se ha encargado de gestionar todos los residuos concentrados, no solo en la parte afectada por las obras, sino también más allá de sus márgenes. Una medida medioambiental que ha contado con inversión de 6,3 millones de euros.

La afección del vertedero sobre las obras de la plataforma ferroviaria era limitada, según han explicado a IDEAL desde Adif, pero se decidió, no obstante, realizar su tratamiento integral, «acometiendo la retirada y tratamiento de un importante volumen de rellenos antrópicos de composición heterogénea (inertes procedentes de derribos y demoliciones y excavaciones) y recuperando los valores naturales de un entorno ambientalmente degradado a consecuencia de la actividad desarrollada en etapas anteriores».

La actuación, realizada durante 16 meses y medio, ha excavado un volumen de residuos de 169.800 metros cúbicos. De ellos, 153.825 metros cúbicos han sido tratados y, el resto, se ha destinado a la restauración del vertedero.

Para el desarrollo de los trabajos, explican desde Adif, se ubicó una planta de tratamiento portátil que generó una mezcla inerte de tierras y fragmentos pétreos de residuos de construcción y demolición, apta para ser vertida en el depósito autorizado de tierras limpias. La valorización de los residuos de naturaleza pétrea tratados en la planta superó las 314.000 toneladas, el 94% del total.

Los trabajos, realizados por la empresa especializada Emgrisa, se desarrollaron por fases: excavación del vertedero, mediante retroexcavadoras de cadenas; transporte interno de residuo hasta el acopio de alimentación de la planta de tratamiento; tratamiento del residuo y vertido en depósito anejo, previa adecuación del material tratado y transporte interno. Se realizó, asimismo, un control de calidad del material, cada 500 toneladas, mediante muestreo y análisis en el laboratorio.

El tratamiento de los residuos fue la fase más relevante, tanto por emplearse maquinaria especializada -desde precribador, hasta un túnel de viento, cinta de triaje manual de residuos y machacadora de mandíbulas-, como por el volumen de materiales cribados.

La actuación, valoran desde Adif, ha contribuido a la protección de la biodiversidad: una vez finalizados los trabajos de adecuación geomorfológica, la superficie será restaurada con aporte de tierra vegetal y trasplante de los ejemplares de Salsola papillosa. Además, se reforzarán las traslocaciones de esta especie protegida, con plantaciones de especies autóctonas; un ejemplar por metro cuadrado, dispuestos estratégicamente para favorecer la integración paisajística.

Otro de los objetivos de la restauración consistirá en propiciar el hábitat del camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), que está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en la Directiva de Aves de la Unión Europea, así como de especies que complementan su dieta, como la citada Salsola papillosa y Thymelea hirsuta.

Solución innovadora

El diseño y desarrollo de estas actuaciones «han representado una importante mejora ambiental respecto a la solución tradicional, que consiste en la excavación, transporte y gestión de los residuos a plantas y/o vertederos próximos», sostiene Adif.

El tratamiento 'in situ' reduce de forma significativa la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos (GEI) a la atmósfera y, por tanto, la huella de carbono, al no requerir el traslado de grandes volúmenes de residuos y ser valorizados en su lugar de origen. «En este caso, los residuos destinados a valorización han obtenido valores superiores al 99%», apuntan.