Encendido homenaje al spaghetti western
Escenarios de cine | Tabernas (Almería) ·
Con '800 balas', Álex de la Iglesia reivindicó la profesionalidad y la memoria del cine filmado en AlmeríaJesús Lens
Granada
Sábado, 21 de agosto 2021, 00:11
Al principio de las películas, antes de que comience la acción o en paralelo al inicio de la trama, aparecen los grandes nombres: actrices y actores principales, guionistas, compositores de la banda sonora y director.
Es al final, cuando la mayoría de espectadores enfila la salida del cine o, en casa, cambia de canal, que los títulos de crédito desgranan la interminable nómina de técnicos y artistas que han hecho la película. Ahí están los dobles, los actores con apenas un puñado de frases y los especialistas.
A ellos homenajeó Álex de la Iglesia en una de sus grandes películas, '800 balas', la que más ha disfrutado rodando a lo largo de su carrera, tal y como confesó en noviembre de 2017, cuando recogió el premio 'Almería, Tierra de cine'.
De hecho, la película nació al calor de las conversaciones que De la Iglesia escuchaba de sus 'mayores' cuando se juntaban, recordando sus rodajes en Almería con admiración, como si de un lugar mítico se tratara, fuera del tiempo y del espacio. Entre aquellos adoradores de la Almería cinematográfica estaba Sancho Gracia, que había participado al comienzo de su carrera en numerosos spaghetti westerns, antes de interpretar al mítico 'Curro Jiménez', serie imperecedera en la que los bandoleros tenían todo el aire de los héroes del Lejano Oeste.
Así las cosas, Álex de la Iglesia se llevó a su guionista de cabecera, Jorge Guerricaechevarría, a ver el espectáculo para turistas que se hace todos los fines de semana en los decorados de los pueblos del Oeste situados en la localidad almeriense de Tabernas, escenario del rodaje de decenas de películas. Y fue allí donde empezó a darle forma a '800 balas'.
Añorando un tiempo que no había vivido, el inquieto director de 'Acción mutante' y 'El día de la bestia' filmó en 2002 una de las mejores cintas de su extensa filmografía. En ella se cuenta la historia de Julián Torralba, interpretado por un inconmensurable Sancho Gracia, nominado al Goya como Mejor actor protagonista de 2003. Julián es el cabecilla de un rijoso grupo de actores que representan escenas del Far West para los turistas, incluyendo cabalgadas por la calle central del pueblo, peleas en el saloon y, por supuesto, el gran duelo final a revólver. La llegada del hijo de Julián al pueblo, un chaval de lo más espabilado y aquejado de una gran mitomanía, desencadena la acción.
Para hacer la película que quería con total libertad, Álex de la Iglesia también produjo '800 balas', a la que definió de forma bienhumorada como el primer Marmitako Western de la historia. Y todo ello a pesar del riesgo de arruinarse, tal y como le advertía, no sin retranca, el propio Sancho Gracia.
La presencia del niño conecta el universo mítico de Tabernas, extensivo a todo lo que tiene que ver con el cine del Oeste, con el Madrid más actual. De la Iglesia consigue que las secuencias filmadas en el Mini Hollywood estén impregnadas del ambiente de aquel cine filmado en la zona, con las películas de Sergio Leone a la cabeza.
Los protagonistas de '800 balas' representan determinados iconos del cine clásico del Oeste, con sus tics a cuestas, de la bebida a morro de las botellas de whisky a las bailarinas de cancán. Está el joven aprendiz que idolatra al veterano 'pistolero' y trata de impresionarle a cada paso y, por supuesto, el malo envidioso que intentará destronarle.
Este Marmitako Western nació al calor de las conversaciones en las que se mitificaba la Almería cinematográfica
Para el recuerdo queda la memorable secuencia de la entrada triunfal de los personajes en la ciudad de Almería, a caballo, saludados de forma alborozada por una ciudadanía entregada. Es uno de los grandes momentos de la historia del cine español contemporáneo, tan referencial, en la que realidad y ficción de dan la mano.
En otra de las secuencias más emotivas y melancólicas de '800 balas', el personaje interpretado por Sancho Gracia presume de ser el legítimo propietario del célebre poncho que Clint Eastwood lucía en los spaghetti western que tanta fama le dieron. La presencia de Eastwood está sugerida a lo largo de toda la película y, en el desenlace, desempeñaba un papel esencial: todo lo que Julián había contado y que no parecía más que el delirio de un viejo fracasado, era real. Y allí debía estar el protagonista de 'El bueno, el feo y el malo' para certificarlo.
Álex de la Iglesia intentó por todos los medios que Clint Eastwood apareciese en esas escenas finales y, dado que era harto improbable que se desplazara hasta Almería –¡qué gran regreso hubiera sido!– el cineasta bilbaíno le planteó la posibilidad de trasladarse a Los Ángeles para filmar con él. Por desdicha, Eastwood estaba en Boston, inmerso en el rodaje de una de sus grandes obras maestras, 'Mystic River', por lo que no aceptó la oferta, obligando a De la Iglesia a utilizar a un doble del gran Clint. Que quedaba bien, pero que no era lo mismo, por alargada que fuera su sombra.
Festival de Western
En Tabernas se celebra cada año el Almería Western Film Festival. El pasado año asistí, invitado a presentar el libro 'Grandes temas del western', para el que escribí un artículo dedicado a la violencia en el cine del Oeste. La presentación tuvo lugar en el saloon del Mini Hollywood y entre los presentes se encontraban los actores que, minutos antes, habían hecho el espectáculo que homenajea '800 balas'.
Fue una mágica sensación hablar del cine de Oeste en un marco tan incomparable como aquel. Pocas veces la manida expresión tuvo tanto sentido, mezclándose la realidad del momento con la mística del decorado y la autenticidad del ambiente, entre cervezas y chupitos. Y el festival, una gozada, que acoge el estreno de los mejores westerns internacionales del año y un excitante concurso de cortometrajes.
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