Antonio Escobar, Jefe del Área de Agricultura del Ayuntamiento de El Ejido

Artículo de Opinión
Muchos pocos hacen un mucho

Antonio Escobar

Almería

Martes, 28 de marzo 2023, 23:13

El miércoles día 22, celebramos el primer Día Mundial del Agua de la primera Legislatura del Agua, como viene denominando la Junta en su nuevo ... cuatrienio. Es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que conforman la Agenda 2030, con la que se comprometieron 193 países en el seno de la ONU.

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Se nos habla, y eso está muy bien, de cuantiosas cifras millonarias destinadas a inversiones en infraestructuras de muy diverso tipo: desaladoras, depuradoras, tratamientos terciarios, desalobradoras, trasvases, acuíferos subterráneos, presas, pantanos, etc. Obras de ingeniería hidráulica imprescindibles, que no por muy necesarias son la única estrategia para disponer de agua de manera sostenible. Está también la gestión, el ahorro, la eficiencia, la productividad, etc.

Por ejemplo, el plan de cuenca actualmente contempla una dotación por hectárea de invernadero de 5.700 metros cúbicos de agua, pero la Fundación Cajamar publicó en 2015 un consumo de 4.000 metros cúbicos con una productividad de 14,2 euros por metro cúbico, y compara con una hectárea de hortalizas en Navarra que necesita 6.200 metros cúbicos para producir menos de un euro. Es decir, Navarra necesita un 30% más de agua para producir 16 veces menos que El Ejido. Eso es eficiencia.

Los rendimientos por unidad de superficie de nuestro modelo son 53,5 veces superiores a la media de la agricultura andaluza; 20,4 veces a la del olivar y 3,7 veces a las fresas y cítricos de Huelva.

Pero se puede hacer más y lo estamos haciendo. Desde hace 23 años, el PGOU de El Ejido y la Ordenanza Municipal de Invernaderos y su Entorno desde 2017, obliga a que los invernaderos dispongan en su cubierta de un sistema de recogida de aguas hasta el límite natural de escorrentía, que estaría en 35 litros por metro cuadrado, y obliga a almacenarlas para su uso en embalses o incorporarlas a los acuíferos mediante dispositivos permeables, que sirven de recargas de los mismos, sin estar en contacto con ellos. Con la media pluviométrica ejidense y que hay pocos episodios que superen el umbral de escorrentía, es razonable pensar que 2.150 metros cúbicos por hectárea pueden ser recogidos e incorporados a la disponibilidad de agua, lo que supondrían el 38 % de la dotación de riego anual necesaria (5.700 metros cúbicos por hectárea). Aunque sea un cálculo teórico y fuera menos, ya es algo.

Un informe del Instituto del Agua de la Universidad de Granada de hace 18 años, concluyó que con aquella climatología se perdía un metro cúbico por metro cuadrado de superficie de balsa al aire libre por evaporación, cada año. Las variables que intervenían eran temperatura, humedad, viento, turbulencia y radiación. Se da la circunstancia que en el Ejido hay más balsas que explotaciones. El número de balsas que hay tributando son 5.743, que con una superficie media de 250 metros cuadrados, estaríamos hablando de 1.435.607.500 metros cuadrados de balsa, es decir casi 1,5 millones de metros cúbicos, o 1,5 hectómetros cúbico de agua que se evapora tontamente. Estimamos ya techadas un 30%, por lo que todavía podríamos ahorrar 1 Hm3. No es mucho, pero muchos pocos hacen un mucho.

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