María Neira, directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud

«La nutrición saludable tendría que tener en algunos casos hasta una pequeña subvención»

–¿Cómo analizan desde la OMS el hecho de que estemos en una sociedad que cada vez parece que se preocupa más por el físico y por lo sano, pero las cifras de consumo de frutas y hortalizas, sin embargo, en los hogares disminuya mes tras mes?

–Hay personas que se preocupan mucho de su aspecto físico, pero son personas que también tienen un estado y una situación económica un poco más alta desafortunadamente. Todavía, los productos procesados suelen ser más asequibles y más baratos. Pero para las familias es importante también el acceso a las frutas y verduras, y es importante poder asegurarles que hay un balance.

Creo que la nutrición saludable tendría que tener en algunos casos hasta una pequeña subvención para que la gente pudiera tener acceso a frutas, verduras, a una mejor alimentación y, sobre todo, es necesario mucha educación también en la preparación.

–¿Sigue habiendo mitos?

–Hay que romper muchos mitos de que una alimentación sana con frutas y verduras requiere mucha preparación, de que no alimenta, de que a los niños no les gusta... Todo eso se puede cambiar incluso muy rápido en una generación, si empezamos desde las escuelas a pasar todos esos conceptos nutricionales.

Todos esos mitos, como digo, de que las verduras no son sabrosas, que no son apetecibles, que hay que tener alimentos mucho más calóricos... Todos esos mitos se pueden romper muy fácilmente si tenemos la educación nutricional adecuada. El acceso desde el punto de vista económico, la disponibilidad en las ciudades, a veces, es más difícil comprar frutas y verduras frescas que un alimento procesado barato. Obviamente, la alimentación tiene siempre muchos aspectos multisectoriales y hay que incidir en muchos aspectos.

Necesitamos modelos también, personas que tengan una cierta influencia en el público y que consuman abiertamente y públicamente frutas y verduras.

–¿Realmente el precio es lo que nos priva de comer sano?

–La fruta es barata, y la fruta y las verduras tienen un precio razonable evidentemente y tendrían que entrar en todas las cestas de alimentación. El problema a veces está relacionado con la facilidad, pero también con el coste. Si te compras un paquete de salchichas procesadas, tiene un aporte proteico también y puedes dar de comer a lo mejor a cinco personas en una familia. Todo eso tiene que estar bien transmitido, divulgado a las familias porque el plátano representaría el postre pero tienes que tener también una ingesta proteica Cómo preparar esas legumbres para que representen ese aporte proteico, con una buena educación, con una buena divulgación, con el acceso, tiene fácil el arreglo, si todos aportamos y nos convencemos de que las frutas y verduras tienen que ser parte absoluta de nuestra alimentación.

–¿Está la inflación dificultando el que comamos sano?

–La inflación tiene un impacto, pero es cierto también que el problema de la obesidad viene de más atrás. Es un problema que está relacionado con una industrialización, con un difícil acceso en las ciudades a una alimentación más sana. Está relacionado con la facilidad de la preparación, con una sociedad muy sedentaria también, que tiene una ingesta de alimentos muy importante, mucho más de lo que necesitamos para nuestra actividad física. Por lo tanto, como digo, hay siempre muchos factores alrededor de esto.

Pero se puede tener una alimentación de frutas y verduras muy apetecible y ese es también el desafío. Acercarla más a todo el mundo y que vean también una cultura de lo lúdico, del placer al comer que está relacionado también con frutas y verduras y no solo con productos más calóricos.