Crespo califica de «insuficientes y poco ambiciosos» los cambios introducidos en el Pepac

Asimismo, la consejera lamentó que «no se plantee ni una sola modificación en los ecorregímenes», donde Andalucía, entre otros aspectos, solicitaba que fuera considerado tener en cuenta otras variables a la pluviometría, tales como la estructura del suelo o de las explotaciones. De igual modo, señaló como «incomprensible» que no se atienda la demanda de equiparar las ayudas a la remolacha del sur con la del norte del país, así como una ayuda asociada específica para el girasol y los frutos secos para Huéscar, Guadix y la comarca de Los Vélez.

De otra parte, Crespo afirmó no entender que no se recoja la propuesta de calificar agricultor activo per se a los que realizan agricultura ecológica o en sistema de lucha integrada y volvió a reclamar que la entrada del cuaderno digital de explotación no se produzca hasta el 2026.

Por otro lado, la consejera andaluza aprovechó su intervención en el Consultivo para pedir al Estado que aproveche la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, en el segundo semestre de este año, para propiciar la aprobación de cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países. «Para que nuestra agricultura pueda ser competitiva no se le puede exigir más a los productores europeos que a los de otros estados», incidió, al tiempo que solicitó que »se lleven a cabo controles férreos de los contingentes de entrada de producciones en el caso de acuerdos comerciales que están en vigor». A su juicio, «sin una agricultura viva y competitiva lo que van a lograr es echar del sistema a los agricultores, como están consiguiendo con la ganadería, y evitar el necesario relevo generacional».

Respecto al Reglamento sobre el uso sostenible de los productos fitosanitarios, Crespo dejó claro que la reducción que propone Europa del 50% «supondría añadir más costes a unos agricultores, como los andaluces, que ya son ejemplares en producciones integradas y ecológicas» y advirtió que esta legislación podría suponer, incluso, «un grave problema de plagas en un contexto ya de por sí complicado de sequía y elevados costes de producción para el agricultor».

En cuanto a la futura Ley de Restauración de la Naturaleza, Crespo subrayó que es «un añadido más a la situación lesiva que sufre el sector agrario con la aplicación de prácticas medioambientales sin buscar el necesario equilibrio y si no se llevan a cabo paulatinamente y con recursos económicos».