Borrar
El sendero recuperó las antiguas sendas en la pared del tajo sobre el río J. E. GÓMEZ

De aventura en La Pavilla, la ruta 'colgada' del tajo de Nigüelas

Entre la gran falla de Sierra Nevada y el río Torrente, donde las parejas acudían a 'pelar la pava', la ruta del desfiladero de los enamorados

Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle

Jueves, 6 de febrero 2020, 12:34

Comenta

El agua del deshielo corre en diversas direcciones. Desde su captación, en los altos del río Torrente, baja hacia un azud, un partidor de corrientes de origen nazarí, que mediante sistemas de separación y alturas, deriva el caudal en direcciones aparentemente imposibles: hacia el oeste para regar los campos y las casas de Nigüelas, almacernarse en primitivos aljibes y continuar su camino hacia las tierras de Dúrcal; al sur, camino de los regadíos aterrazados del Valle y, al sureste, hacia las vegas de Acequias y Mondújar. Es el inicio de la acequia de La Pavilla, un cauce abierto hace más de cinco siglos que se ha convertido en uno de los atractivos turísticos y senderistas de la localidad de Nigüelas.

Galería. El sendero cruza entre rocas horadadas para que pase el agua

Ver fotos

Galería. El sendero cruza entre rocas horadadas para que pase el agua J. E. GÓMEZ

El camino que, de forma paralela sigue el agua entre rocas calcáreas, se adentra en un paraje conocido como Los Cahorros por las estrecheces del paso del cauce que llega a horadar la piedra en su camino hacia el pueblo. Desde hace casi diez años, la antigua senda, que a la altura de los cortados ascendía para evitar la caída, es un atractivo sendero que ha sido sustentado sobre la pared de los tajos mediante pasarelas y trazados de hormigón colgadas y protegidas por una valla de madera. Un sendero, que en ocasiones, camina sobre plataformas de enrejado metálico bajo el que discurre el agua de la acequia y, en algún punto, se interna en un angosto pasadizo abierto en la roca para el paso del cauce y que ahora forma parte del sendero.

Recorrer la acequia de La Pavilla, es rememorar, en parte, los paseos que hace años daban las parejas al caer la tarde para sus escarceos amorosos, conocidos como 'pelar la pava', pero también es contemplar desde una atalaya, la rambla del río Torrente, el inicio del Valle de Lecrín desde la linde que lo separa de la montaña nevadense. Es aquí donde se muestran los signos del levantamiento alpino que hace 20 millones de años inició la ascensión de Sierra Nevada sobre las aguas del mar de Tetis, origen de Alborán. La acequia discurre por las estribaciones de lo que se conoce como la Falla de Nigüelas, que a solo cien metros del final de su recorrido, sobre la zona alta del pueblo, se puede observar en toda su plenitud.

J. E. GÓMEZ
Imagen principal - Rutas senderistas Granada: la senda de la Pavilla
Imagen secundaria 1 - Rutas senderistas Granada: la senda de la Pavilla
Imagen secundaria 2 - Rutas senderistas Granada: la senda de la Pavilla

Ruta circular

El casco urbano de Nigüelas está asentado en la ladera, asciende hacia la montaña. Seguir la calle principal hasta encontrar una indicación (en señales de madera perfectamente mimetizados con la tipología urbana de Nigüelas) que dirige hacia el río Torrente. Es aquí donde se inicia una ruta circular de poco más de tres kilómetros que permitirá conocer las singularidades de este río y conectar con el inicio de la acequia y volver al casco urbano.

Tras descender por una calle en la que se encuentran algunos de los ancestrales molinos de la localidad, las aguas rápidas del río se hacen visibles. Hay un puente de hormigón que permite el paso de vehículos. A la izquierda comienza un carril que asciende hacia la sierra. Hay que caminar por la margen derecha, aguas arriba, hasta llegar a un grupo de grandes cortijos de curiosas formas. Es ahí donde parte, al otro lado del cauce, el camino de La Pavilla, Hay que cruzar el río saltando sobre las piedras. Estamos en el pago de los Cahorros, el distribuidor de las acequias es la construcción que abre el sendero que, de inmediato, comienza a bordear el tajo que termina en las inmediaciones del casco urbano

En menos de media hora, las primeras casas de Nigüelas se hacen visibles. La acequia se interna bajo el pavimento tras una nueva derivación que la llevará hasta el aljibe situado en el centro del pueblo.

¿Cómo llegar?

Acceso: A través de la A-44 salida 157 y tras la rotonda hacia Dúrcal, girar a la derecha por la antigua carretera de Motril hasta encontrar, 2 kilómetros después, el cruce a Nigüelas.

Al río: Puede llegarse al río en coche, pero para hacer el recorrido andando, es mejor dejar el coche en el aparcamiento del inicio del pueblo y ascender hasta la indicación, 'Acequias', que llega al río, desde donde se inicia, aguas arriba, un carril hasta un grupo de cortijos. Allí se cruza el cauce y comienza el sendero.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal De aventura en La Pavilla, la ruta 'colgada' del tajo de Nigüelas