Tsunami de despidos colectivos temporales en Jaén por la crisis del coronavirus

Los primeros paros «se harán con la flexibilidad que permite el convenio», pero lo que se antoja una realidad es que el parón se hará extensivo a todas las líneas de Valeo puesto que todas las empresas a las que sirve la multinacional desde Martos tienen parada su producción como consecuencia del Covid-19. El ERTE se impondrá más temprano que tarde como parte de una realidad impuesta a toda la plantilla, según fuentes sindicales consultadas.

El de Valeo es un caso paradigmático por su magnitud de lo que va a suceder mientras dure el estado de alerta en la provincia y en toda España. El cierre y el confinamiento afecta a casi todos los sectores. En Jaén, según cifró este martes el sindicato CCOO, los despidos colectivos, temporales o definitivos, y la falta de renovación de contratos temporales podría llegar a afectar a 70.000 trabajadores «directa o indirectamente», prácticamente «uno de cada cuatro» de los que hay en la provincia. Un tsunami sin precedentes.

En todo 2008, con la economía desplomándose y las alertas encendidas se contabilizaron 47 ERES (Empleo de Regulación de Empleo), despidos colectivos definitivos, en la provincia de Jaén. Un año después fueron el triple y más de tres mil los trabajadores afectados por ERES y ERTES, algo que volvería a suceder en 2012 y 2013, en lo más duro de la crisis. Una cifras dramáticas que ahora, por desgracia, se van a ver pulverizadas.

Este martes fuentes sindicales cifraban en más de 500 los ERTES solicitados ya en Andalucía y el guarismo no para de crecer, a lo que hay que sumar el impacto en la provincia de los ERTE a nivel nacional que han puesto en marcha todo tipo de empresas, de Burger King a Domino's Pizza o Volkswagen. La lista es larga, según han podido ya saber los sindicatos: Servicol (la empresa que se hizo con el catering de los colegios tras estar meses sin comedor), Sacyr, la Academia de la Guardia Civil, Linafood y otros que lo estudian como el Hotel Condestable Iranzo.

Y es que entre los más afectados está el sector turístico. La Asociación de Empresas de Alojamientos de la Provincia de Jaén ya cifraron en 120 al menos los ERTES que se solicitarán, un 20% de los 600 establecimientos que ofrecen servicio de alojamiento en la provincia en sus diferentes tipologías. El valor de las reservas canceladas desde marzo a agosto en Jaén es de 12 millones de euros, señalan y el total de pérdidas en el trimestre, según sus cuentas, ascenderá a 48 millones. Hasta la fecha 512 hoteles de Andalucía, 64 de la provincia de Jaén, se han visto obligados a cerrar de forma temporal y a reagrupar a los clientes que quedan en los establecimientos que más ocupación tienen (en la Costa del Sol), según la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat).

«Hablamos de despidos (ERES) por la situación o aprovechando la coyuntura, que lo vamos a denunciar, porque esto no es motivo nunca de despedidos; ERTES (cobrando el paro el tiempo que dure); extinciones de contrato que no se renuevan... Directa o indirectamente va a afectar en torno a 70.000 trabajadores. Sin ninguna duda. La construcción mañana (por este miércoles) ya no trabajan, tampoco la pintura, comercio, hostelería, es que es todo», lamentaba este martes Francisco Cantero, secretario general de CCOO en Jaén. La provincia parte además de una situación ya de por sí complicada, con unas tasas de desempleo y temporalidad muy elevadas. «Tanto trabajo (el sindicato) como ahora no hemos tenido nunca. La recesión va a afectar seriamente a Jaén. El 98% de los contratos son temporales y no se van a hacer», subraya.

«Sólo en el sector del comercio y hostelería se verán afectados en torno a 5.000, si añadimos automoción y otros sectores... Va a ser muchísima gente. Hay que estar vigilantes de que no se aprovechen empresas para despedir o hacer ERTESlas que no se ven afectadas por el decreto», apostilla Manuel Salazar, secretario general de UGT en Jaén. A todo ello hay que sumar casi 39.000 autónomos, muchos de los cuales no están facturando nada.

Las medidas anunciadas este martes por Pedro Sánchez, con 200.000 millones de euros y un «escudo social», han servido para transmitir algo de tranquilidad a trabajadores, autónomos y empresarios, pero la incertidumbre continúa. Sobre todo es máxima en el caso de muchas pequeñas y medianas empresas para las que la pandemia será mucho más que un problema temporal, ya que no tienen músculo financiero para soportar el cese de la actividad.