Baeza avanza en la investigación arqueológica de su «ciudad escondida»
Los últimos trabajos en el cerro del Alcázar desvelan la entrada principal y un enterramiento de época argárica
Ascensión Cubillo
Baeza
Martes, 14 de octubre 2025, 12:37
El cerro del Alcázar de Baeza no deja de sorprender a los arqueólogos e investigadores que estos días trabajan sobre el terreno. No es para ... menos, ya que se puede considerar el germen de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad. En este yacimiento multifásico se han encontrado 'huellas' o indicios que irían desde finales del Calcolítico hasta la época moderna o contemporánea, cuando se usa como primer cementerio municipal.
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Con este escenario bajo los pies, Yolanda Arrebola y Miguel Ángel Sabastro coinciden al afirmar que esconde muchas «sorpresas» que, sin duda, ayudarán a entender el origen de la ciudad. Ambos son codirectores del proyecto 'Excavación arqueológica puntual en el cerro del Alcázar de Baeza', cuya primera campaña se realizó en 2023 con el impulso del Ayuntamiento.
«Uno de los objetivos principales era conocer el entramado urbano que pudiera existir en el cerro, tanto en época cristiana medieval como musulmana, así como intentar comprender y conocer más en profundidad la ocupación de la época del Bronce que se apuntaba en algunas intervenciones, pero que no estaba muy bien definida», explica a IDEAL Yolanda Arrebola.
Los trabajos sobre el terreno continúan porque esto es tan solo «la punta del iceberg», como señala Miguel Ángel Sabastro. Este año, del 18 al 31 de agosto se desarrolló un campo de voluntariado juvenil a través del Instituto Andaluz de la Juventud en el que una veintena de personas venidas de lugares como Burgos, Lugo, Lleida o Valencia hicieron tareas relacionadas con esta excavación: documentación gráfica de las estructuras existentes, labores de topografía arqueológica, limpieza, siglado e inventariado de materiales y trabajos de laboratorio.
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Del 1 al 20 de septiembre fue el turno de los universitarios que estudian carreras como Historia, Arqueología, Historia del Arte y Restauración, entre otras. Ahora se encuentran inmersos en la etapa de compilación de documentación y análisis.
Hallazgos
En la campaña actual han verificado la entrada principal al Alcázar junto con una torre defensiva circular, dando respuesta así a una incógnita de cientos de años. Otro de los hallazgos ha sido un enterramiento de época argárica con restos óseos de dos individuos jóvenes, ambos con ricos ajuares que evidencian su alto estatus.
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En este sentido, han encontrado cuentas de collares, ya que seguramente cada uno tendría uno; cuencos completos donde se depositaban las ofrendas tanto de comida como de bebida; algún que otro elemento metálico, como un nuevo puñal de bronce y una aguja pequeña de ese mismo material, y un par de elementos de pulseras. «La riqueza del ajuar pone de manifiesto la importancia de estos individuos dentro de la sociedad a pesar de su corta edad», comenta Sabastro.
Todo lo anterior es tan solo un pequeño ejemplo de las muchas incógnitas que aún quedan por resolver en torno a lo que los baezanos llaman la «ciudad escondida».
Del abandono del barrio al «olvido total» y, ahora, las ganas de saber más
Los arqueólogos e investigadores de este proyecto son conscientes de la «gran expectativa» que hay entre los baezanos por averiguar dónde estaría el origen de su alcázar, teniendo en cuenta además que aquí estaba la patrona. De ahí su nombre, la Virgen del Alcázar. «A lo largo del siglo XVII se produce el abandono de este barrio, que es el germen de la actual Baeza y con el paso de los siglos hay un olvido total, hasta el punto de que se pierde la pista incluso de dónde estarían ubicados los principales edificios que dan origen a la ciudad». Por eso sus esfuerzos se centran en arrojar luz sobre esa incógnita y si el alcázar tenía doble anillo defensivo, entre otras cuestiones.
La empresa de arqueología Grupo Arathea se encarga de los trabajos sobre el terreno para los que cuenta, por un lado, con el apoyo del Ayuntamiento de Baeza a través de las concejalías de Patrimonio, Medio Ambiente y Juventud; y, por otro, con las universidades de Jaén y Granada, a las que se prevé que se sumen otras de Andalucía como Málaga y Córdoba. Así, confirman que están preparando un «proyecto general de investigación a cuatro años vista» con un equipo multidisciplinar. También estudian la posibilidad de establecer convenios de colaboración con universidades europeas.
La ubicación privilegiada del cerro explica su potencial desde el punto de vista arqueológico, de ahí que sigan estudiándolo con detalle. ¿Y qué pasará con los restos que se encuentren? Si bien es demasiado pronto para responder a esa pregunta, la idea sería construir un centro de interpretación para exponer todos los hallazgos y que la gente pudiese verlos para conocer y profundizar en la historia de Baeza.
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