Abde Rebbach, un regateador nato que saldría por primera vez de su segundo hogar
El extremo argelino llegó a Vitoria con 11 años todavía para pasar unas vacaciones con un tío suyo y ya no volvió a su país por el sueño de convertirse en futbolista profesional
Granada y su club se le han presentado a Abde Rebbach (Blida, Argelia, 1998) como los destinos idóneos para salir por primera vez de su segundo hogar. Si nada se tuerce, el extremo del Alavés recalará cedido con opción de compra voluntaria en el conjunto rojiblanco y dejará atrás Vitoria, la ciudad a la que llegó con 11 años todavía para pasar unas vacaciones con un tío suyo, sin volver luego a su país por el sueño de convertirse en futbolista profesional. De los barrios africanos a los vascos, un regateador nato ansía recuperar en Los Cármenes el protagonismo perdido en Mendizorroza.
Noticia relacionada
El Granada ultima al primero de sus dos refuerzos previstos en enero
Abde Rebbach, que mantendrá contrato en vigor con el Alavés hasta 2028, cuenta con un cariño prácticamente unánime de la afición que él mismo integra desde que aún era un niño. «De la casa», y eso que no ingresó a su cantera antes de cumplir los 20 años y ya tenía 23 cuando promocionó al primer equipo. El argelino más vitoriano tuvo que buscarse la vida desde abajo, por las categorías inferiores de clubes del alrededor como el Iru-Bat, el Ariznabarra, el Aurrera y el San Ignacio, este último filial oficioso del 'Glorioso'. Destacaba pero aún no veía nada claro lo de vivir del fútbol, y no en vano se hizo árbitro durante un tiempo a los 17 años.
A lo mucho que le había costado a ganarse un puesto en el segundo equipo del Alavés se le sumó una grave fractura-luxación del tercio distal de su peroné izquierdo en noviembre de 2020, cuando no llevaba ni un mes con el 'Miniglorias'. Sin embargo, y pese a sufrir un descenso en la extinta Segunda B que llevó al filial blanquiazul a Tercera RFEF, Rebbach extrajo su mejor fútbol durante la temporada 2021/22 y contribuyó al ascenso posterior con 16 goles que, por contrato, le permitieron promocionar.
La caída del Alavés a Segunda división en 2022 abrió a Rebbach las puertas del fútbol profesional. En pretemporada le acogió Luis García Plaza, quien, ante las dificultades del club para firmar refuerzos, le dio un rol que aún le agradece el argelino. El entrenador apreció su capacidad de desequilibrio como jugador de placeta pero le apretó sin balón, flojo en tareas defensivas como el propio futbolista reconoce. A su madurez tardía le acompañó cierta irregularidad en su rendimiento, capaz de actuar como titular en varias jornadas consecutivas y luego desaparecer de repente.
Finalizador
Abde Rebbach es uno de esos extremos con gusto por jugar a pie cambiado, no tan orientados hacia la cal por el centro al área como hacia la portería para finalizar a gol. Luis García Plaza intentó en su día adaptarle también a la banda derecha e incluso como segundo punta, pero no cuajó. Con todo, el argelino ha ido mejorando en la asociación con el resto de sus compañeros y también ha aumentado su capacidad de trabajo sin la pelota. Quienes le conocen aseguran que, aun tímido y poco hablador, es buen compañero y se comporta con nobleza en el vestuario.
Como ocurre ahora, Rebbach ya quiso salir del Alavés en busca de un mayor protagonismo el pasado verano sin que el club blanquiazul cediera, como parecía que tampoco iba a hacer este invierno. Lamentó públicamente la destitución de Luis García Plaza en diciembre al encontrarse muy apegado al entrenador y no tuvo ni una oportunidad como titular con Eduardo Coudet, ni siquiera en la Copa del Rey, inédito en tres de sus cuatro partidos al mando en Liga. Ahora espera encandilar a Fran Escribá bajo la Alhambra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
