Goleada en memoria de Juan

El granadinismo perdió de manera trágica a un entusiasta del equipo con tan solo 19 años el pasado 15 de agosto. Juan Castro Trujillos, vecino de Íllora, falleció tras una agresión durante las fiestas de su pueblo y la conmoción aún perdura en la localidad y en toda la provincia. Ayer, el Granada quiso que se guardase un respetuoso y sentido minuto de silencio en su memoria y posteriormente le brindó una victoria por la vía rápida ante el Villarreal B. Los Cármenes contuvo la respiración mientras se desplegaban en el fondo sur dos pancartas con mensajes claros: «Justicia para Juan» y «Todos somos Juan». Invitados por el club, en sus gradas se emocionaban varios compañeros en el equipo de fútbol del joven de Íllora, acompañados de sus padres, y también el alcalde del pueblo, Antonio Salazar, invitado por su homólogo en Granada, Paco Cuenca.

Juan no pudo vivirlo, o quizás sí desde el más allá, pero el Granada se dio un festín ante una presa blandita. El recuento oficial reflejó que habían pasado 15.471 espectadores con el pitido inicial, una cifra que ya superó a los 12.966 de la noche frente al Racing pero que fue irreal ya que se produjeron colas en el acceso por una incidencia en los tornos resuelta sobre la marcha, de acuerdo a fuentes oficiales, que impidió el acceso a algunos aficionados hasta ya iniciado el partido. Sí entró a Los Cármenes con antelación el exrojiblanco Domingos Duarte, ahora en el Getafe, quien presenció el encuentro desde uno de los palcos para futbolistas en tribuna. El luso no disimula en sus redes sociales que, tras su emotiva despedida, sigue al día la actualidad de su antiguo equipo.

El ambiente volvió a ser excepcional. Una buena muestra de que, pese al lunes, la ilusión de la afición no entiende de días laborables. Tampoco hubo miedo a la meteorología después de un clásico día de septiembre aún en agosto, con lluvia de barro intermitente y un cielo gris, permanentemente encapotado. Muchos aliviaron el síndrome post-vacacional con la goleada. Hubo olés y ola, festival de linternas desde los móviles e himno a capela por todo el estadio.

La nueva grada de animación volvió a relucir a rebosar, correspondidamente enamorada de Myrto Uzuni y enchufada incluso para animar a los suyos tras errores tan clamorosos como el de Antonio Puertas en la segunda mitad. Volvió a insistirse en la adaptación rojiblanca de la exitosa sesión de Quevedo con Bizarrap con más seguimiento en esta ocasión y, de manera muy desafortunada, rescató un retrógrado cántico con tintes homófobos con tal de incitar a botar a los hinchas.

Con todo, hubo otro detalle del partido que evidencia el ánimo de la entidad por afinar su sensibilidad hacia los aficionados. Tras el encuentro ante el Racing, un abonado se quejó en la red social Twitter de la falta de visibilidad desde su asiento por una valla. El nuevo director de comunicación del club, Antonio Viola, se puso de inmediato en contacto personal con él para buscar una solución que, de paso, se ha extendido a otros casos. Aunque se pretende una remodelación más profunda una vez se consiga la concesión a largo plazo de Los Cármenes, de momento se han instalado unas pletinas mucho menos aparatosas. Todo rueda cuando la pelota entra, y más si Uzuni la mete tan pronto.

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