Bryan debuta como un revulsivo eléctrico
El extremo ingresa al partido contra Escocia tras el descanso y deslumbra con su atrevimiento y el '10' a la espalda, testigo directo luego de los goles de la 'Roja'
Solo tuvo que esperar 45 minutos para debutar. Aunque su nombre se colase en las quinielas como para ser incluso titular por las lesiones de sus compañeros, Bryan Zaragoza vio desde el banquillo la primera parte de la Selección Española ante Escocia. Sin embargo, tan poco claro lo veía Luis de la Fuente al descanso que lo mandó calentar durante el intermedio como para ingresar de inmediato. Y por si cabía alguna duda, aunque ya lo hubiese avisado por activa y por pasiva, el extremo malagueño jugó exactamente igual que como lo hace con el Granada.
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Sentado entre los culés Gavi y Ferran Torres en el vestuario por el '10' que cogió porque ningún otro más veterano lo quiso y luego de risas junto a Ansu Fati entre los suplentes, a Bryan Zaragoza no le intimidó lo más mínimo jugar para 45.000 espectadores en La Cartuja. Nunca antes lo había hecho para tanta gente, aunque su doblete al Barça le situase en las miras de millones de personas en el mundo del fútbol si no lo estaba ya antes. Tampoco que De la Fuente respetase galones al confiar la titularidad a Ferran Torres y Mikel Oyarzabal junto a Álvaro Morata le importó demasiado al salir luego.
No encontraba soluciones España, que necesitaba ganar sí o sí para aspirar al liderato del grupo que aún retiene Escocia, y el seleccionador nacional se agarró a la osadía de Bryan. Animado por Rodri o Unai Simón en la bocana, apenas tuvo el respeto justo para devolver de cara, fácil, la primera pelota que recibió desde la banda izquierda en la que fue ubicado. El barrio le salió de dentro a la segunda, cuando dejó atrás a dos rivales como una anguila entre tallos de 1,90 para luego chutar desde la frontal en busca de la escuadra, pero se le marchó por poco. A la tercera le sacó la tarjeta amarilla a Nathan Patterson, defensor del Everton que entró en la primera parte por el lesionado capitán Andrew Robertson, del Liverpool, al propinarle un manotazo para tirarlo tras un autopase.
Por mucha dureza que quisiera mostrar, ningún escocés parecía esperarle. Patterson intentaba descifrar sus amagos sin irse expulsado y Porteous casi manda hacia su propia portería uno de sus clásicos centros con el exterior. Buscó a Morata en un par de ocasiones, pero en la primera no estuvo preciso él con el envío y en la segunda no lo estuvo el delantero al remate. Tras el susto por el gol anulado a McTominay, De la Fuente varió el plan y con la entrada de Jesús Navas le pidió que apareciese por dentro para que este y Fran García ocupasen toda la banda como laterales. Fue entonces cuando desapareció un poco del partido, dubitativo ante los automatismos de la Selección, pero sí que fue testigo privilegiado del gol de Morata a genial centro de Navas y también luego del de Sancet, sin intervenir en las jugadas.
Una centella por la izquierda, Bryan aún tramaría un par de diabluras más en los minutos finales para dejar de piedra a Porteous aunque luego acudiese rápido al corte Hendry, al que más tarde intentó tirarle un sombrero por mucho que mida. Al borde del añadido, se sintió como en Los Cármenes al cambiar de ritmo con otros dos escoceses destrozados detrás hasta la línea de fondo, pero no encontraría a nadie una vez ahí.
Cuarto futbolista en la historia del Granada en debutar como tal con la Selección tras José Millán (1945), Toño de la Cruz (1972) y Ángel Castellanos (1974; el mismo día, pero 49 años antes), Bryan Zaragoza lo hizo con el '10' a la espalda para orgullo de todos los granadinistas que le adoran. A todos les resultó, no obstante, inevitable verle con otro dorsal a la espalda: el 14 de los millones de su cláusula de rescisión.
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