Un Granada más competitivo con Pacheta
Los primeros días del nuevo entrenador estimulan a un grupo de futbolistas alicaído tal y como refleja la victoria contra el Deportivo en Riazor
Bastaron tres días con Pacheta al frente del Granada para que los rojiblancos mostrasen una versión mucho más competitiva en Riazor. El nuevo entrenador consiguió estimular a un grupo de futbolistas alicaído, tal y como reflejaron algunos datos muy relevantes de lo que ocurrió durante la victoria contra el Deportivo de La Coruña. Mejoras en aspectos en los que los rojiblancos venían decayendo con Fran Escribá como explicación a sus derrotas con el Eibar en Los Cármenes y en Málaga por su anterior salida.
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La razón más elemental por la que el Granada ganó en Riazor, más allá de que marcara un gol más que el Deportivo, fue que también disparó más y sobre todo mejor. Los rojiblancos acumularon hasta trece disparos, con siete de ellos entre los tres palos, por una única parada de Diego Mariño más allá de los goles locales de diez intentos. El equipo chutó menos y peor tanto con el Eibar, por un único lanzamiento de diferencia, pero con peor puntería al dirigir solamente tres a puerta; como con el Málaga, sin una sola parada de Alfonso Herrero mientras que sus rivales armaron la pierna en nueve ocasiones más.
Otra cifra ofensiva que el Granada revolucionó en Riazor ya con Pacheta fue la del índice de goles esperados. Los rojiblancos no acumularon situaciones suficientes como para alcanzar uno solo ni con el Eibar (0,62) ni en Málaga (0,48), pero en Coruña rozaron los tres (2,52) y fueron lo suficientemente eficaces como superar la expectativa. También llamó la atención que necesitara menos toques en el área rival que el Deportivo (15 por 17), pese a que en la jornada anterior duplicó sin éxito a los armeros en ese punto (36 por 18).
El hecho de que el Granada atacara en Coruña más y mejor de lo que venía haciéndolo va de la mano de su trato con balón. Los rojiblancos volvieron a ganar la posesión fuera de casa, con un 55% tras quedarse en un 48% en Málaga pese a monopolizar el juego sin tiros a puerta durante la segunda parte. Sí la tuvo a favor con el Eibar en Los Cármenes, con un 56%, pero también de forma ineficaz. Aun así, con Pacheta dio menos pases que entonces (481 por 507) como muestra de su mayor verticalidad. También aumentó la precisión lejos del Zaidín a un 85% tras el 79% de los apenas 299 de La Rosaleda. Más relevante aún parece que contra el Deportivo lograse tres pases entre líneas con éxito tras no conseguir ninguno entre las dos jornadas anteriores.
Sin balón
No menos relevante fue lo que el Granada hizo sin la pelota. Los rojiblancos ganaron hasta 17 duelos individuales más que el Deportivo, con 60 por 43, tras perder en esa estadística tanto con el Eibar como con el Málaga aunque fuera por poco, con 48 por 49 y 61 por 58 respectivamente. Fue precisamente este factor del juego el que Escribá reprochó a los suyos en La Rosaleda para justificar lo poco que le duró la posesión a los suyos durante la primera parte en concreto.
El Granada de Pacheta demostró en Coruña que está vivo. Volverá a tener viento a favor con el Castellón en Los Cármenes, pero aún le quedará la prueba definitiva en Santander. Ahora, con otro carácter.
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